Tienden a ser una pieza bastante olvidada, pero también es necesario cambiar de vez en cuando las bujías del coche. Aunque no lo parezca, tienen una vida útil limitada y, si queremos que el motor funcione y rinda sin problema, deberemos sustituir estas pequeñas piezas en algún momento.
La vida útil de las bujías va desde los 20.000 kilómetros recorridos que soportan las más antiguas, con núcleo de cobre, a los 160.000 kilómetros que aguantan las bujías instaladas en los vehículos de última fabricación. Sea como fuere, habrá que sustituirlas cuando dejen de estas en buenas condiciones y hayan acumulado sus respectivas distancias de funcionamiento.
La bajada de las temperaturas puede afectar directamente al funcionamiento de las bujías, dificultando su trabajo en el encendido del coche. Estas piezas tienen un papel activo durante arranque del motor, ya que generan la chipa necesaria para el encendido, y, si además del frío, no están en muy buen estado, es posible que al motor le cueste ponerse en marcha o que incluso no llegue a arrancar.
Cómo detectar problemas en las bujías del coche
Durante el invierno, a los coches les cuesta arrancar un poco más de lo habitual. Si nuestro motor no consigue ponerse en funcionamiento y estamos seguros de que la batería está en perfectas condiciones, las bujías pueden ser una de las causas por las que el coche no se enciende.
Para detectar posibles fallos en las bujías deberemos prestar atención a los siguientes síntomas:
- Ruidos extraños. Cuando las bujías empiezan a fallar, puede que se noten ruidos inusuales por la fuerza de los pistones, así como traqueteos o vibraciones raras.
- Dificultad en el arranque. Los problemas en las bujías se traducen en fallos en el encendido del coche.
- Mal rendimiento del motor. La conducción será lenta y con un mal uso del consumo de combustible.
- Mayor gasto de combustible. Unas bujías desgastadas afectan de manera negativa a la mezcla de aire y combustible, lo que dispara el consumo.
Source: Coches
