El invierno es una de las estaciones meteorológicas en las que más atención debemos poner a la mecánica del coche. El frío afecta a muchos aspectos de nuestra vida, pero también a los componentes de los vehículos, pudiendo llegar a estropearlos e, incluso, hacer que nuestros viajes sean menos seguros. Esta problemática se da en todos y cada uno de los modelos entre los que se encuentran, como no podía ser de otra forma, los coches eléctricos, los cuales requieren de unos cuidados y un mantenimiento específicos: desde la batería a los neumáticos.
Durante los meses más fríos, podemos enfrentarnos a condiciones climatológicas de lo más adversas. Y para evitar llevarnos un susto, teniendo en cuenta que las muertes en carretera son tanto o más habituales que durante el resto del año, lo mejor es conocer cómo afecta el frío a tu coche eléctrico y, en consecuencia, saber actuar ante una avería. Además, esto te permitirá mantenerlo como si estuviera recién salido del concesionario, independientemente, de que hiele o llueva.
¿Cómo afecta el frío a un coche eléctrico?
Aminorar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad son dos de los consejos que proponen desde Eurotaller para garantizar tanto nuestra seguridad como la del resto de usuarios de la vía. Pero, además, explican varios de los efectos que puede tener el frío sobre un coche eléctrico.
- Menor efectividad de la batería: Las baterías de iones que alimentan a los coches eléctricos necesitan estar a una temperatura superior a los 0 °C para funcionar en las mejores condiciones, ya que pueden perder parte de su autonomía ante el frío. “En Noruega, el país de Europa donde el coche eléctrico tiene mayor penetración, se han realizado diversos estudios para comprobar el efecto del frío sobre las baterías (…) La principal conclusión fue que la autonomía de los automóviles disminuyó de media un 18,5% respecto a los valores homologados por los fabricantes (…) Cuanto más desciende el mercurio en el termómetro, menos eficaz se vuelve la batería, que puede llegar a perder hasta el 20% de su carga”, cuentan desde la red de talleres. Esto es algo que se debe tener muy en cuenta porque la duración de los trayectos se ve limitada y, en algunos casos, habrá que reprogramar el recorrido para encontrar un punto de recarga en el camino.
- Daños colaterales: La falta de calor también influye en la frenada regenerativa, “el mecanismo mediante el cual el coche produce energía para mejorar la autonomía”, afirma Eurotaller. De esta forma se ve limitado el proceso por el cual se utiliza el impulso del coche para cargar la batería y aumentar su alcance de conducción.
- Mayor consumo: Durante el invierno se emplean, con mucha más frecuencia, elementos como el limpiaparabrisas, la luneta térmica, las luces o la calefacción. Todos estos son factores que aumentan el consumo y, en paralelo, restan autonomía a la batería.
Consejos para mantener un coche eléctrico en invierno
Pese a estas circunstancias, viajar durante el invierno con un coche eléctrico es perfectamente viable, simplemente requerirá de un poco más de planificación y seguir algunas claves para evitar averías eléctricas que puedan impedirte realizar el trayecto que te gustaría.
El primero de estos consejos es no apurar la batería. La autonomía se verá reducida y los tiempos de recarga aumentados, por lo que se recomienda parar cuando el porcentaje de la batería sea inferior al habitual y no dejar que la batería se descargue hasta el nivel normal de recarga para parar. Por otro lado, es mejor enchufar el coche a la red después de haber circulado un rato en lugar de recargar en frío, ya que las baterías alcanzarán una temperatura óptima y la recarga será más eficiente. Además, para reducir el consumo, puedes empezar por la calefacción, de tal forma que mantengas el coche a unos 20º o 21º, haciendo un uso responsable y sostenible de la misma.
Ventajas y desventajas de un coche eléctrico
Teniendo todo esto cuenta, quizá estés planteándote la posibilidad de adquirir un coche eléctrico, estas son algunas de las ventajas e inconvenientes que deducen de este tipo de vehículos en Race.
- Más silencioso frente a los coches de combustión
- Aparcamiento gratuito y libre circulación en las zonas de bajas emisiones reguladas en algunas ciudades: Al carecer de motor de combustión, no se quema nada y no hay expulsión de humos.
- Ahorro en el consumo. El precio de la electricidad, a pesar de las subidas, sigue siendo más barata que la de la gasolina o el diésel. Los vehículos eléctricos (en condiciones meteorológicas normales) son capaces de aprovechar la energía generada en las frenadas para recargar las baterías, por lo que, además, se optimiza el consumo.
- Menos autonomía que los coches de combustión, si dependen exclusivamente de la carga de la batería. Y más puntos de repostaje.
- No hay tanta variedad en la oferta de modelos y estilos de coches eléctricos, a diferencia de la que sí existe en los coches de combustión.
- Un precio inicial más contenido de los coches de combustión, frente a los vehículos eléctricos, aunque a largo plazo sean estos últimos los que permitan un mayor ahorro. En cualquier caso, ya hay algunos modelos más asequibles y siempre existe la opción de apostar por el renting.
Source: Coches