Desde que Porsche lanzara el modelo 911 en 1964, y que potenciara la gama con el Turbo en 1975, la “especie” no ha dejado de mejorar generación tras generación.
Más de un millón de unidades vendidas hace que Porsche siga queriendo que este modelo sea una referencia, algo que parece ha logrado con creces con el proyecto “992”, que es el que identifica a esta última entrega.
El nuevo Porsche 911 Turbo está disponible en carrocería cerrada y descapotable. Ahora es más ancho, concretamente 45 mm delante y 20 mm detrás, pero como no podía ser de otra manera mantiene prácticamente inalterable la estética que lo ha hecho tan popular.
Su “mirada” se identifica por los faros LED matriciales adaptativos y la silueta destaca por las tomas de aire laterales y el gran alerón trasero, zona donde también han cambiado los grupos ópticos con una línea luminosa que va de lado a lado del coche.
Mecánicamente los avances son importantes. Para empezar, por un motor de 6 cilindros opuestos aún más contundente que el de su predecesor, ya que el bloque de 3,7 litros y doble turbocompresor pasa de los 540 a los 580 caballos, con un par máximo de 750 Nm (40 más que antes) que lo dota de una fuerza espectacular a cualquier régimen .
La potencia se transmite al suelo mediante un cambio PDK de doble embrague y 8 velocidades y un sistema de tracción total que no deja escapar un ápice de potencia.
Las ruedas son de distinto tamaño en cada eje, las delanteras de medida 255/35 sobre llanta de 20 pulgadas y las traseras 315/30 con llantas de 21 pulgadas, mientras que el equipo de frenos se ha potenciado ostensiblemente.
Las prestaciones del nuevo Porsche 911 Turbo son impresionantes, no en vano puede alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima y la aceleración de 0 a 100 km/h baja en 0,2 segundos para establecer un registro de 2,8 segundos (con el paquete Sport Chrono que saca el máximo rendimiento al coche). Esta cifra es muy cercana al del 911 Turbo S presentado en marzo, que con su motor de 650 caballos tiene un registro de solo 2,7 segundos.
En esta generación también se ha trabajado en mejorar aún más la suspensión, de modo que el Porsche Active Suspension Management (PASM) se puede configurar para dotar a los ocupantes del máximo confort o hacerlo más duro y deportivo, rebajando la altura de la carrocería en 10 mm.
Opcionalmente se puede recurrir al sistema hidráulico activo antibalanceo de la carrocería (PDCC), a los frenos cerámicos y a un nuevo sistema de escape deportivo, todo lo cual se une a los paquetes Lightweight o Sports, el primero para “aligerar” el peso del 911 Turbo y el segundo para dar una imagen más deportiva a este Porsche.
El interior es tan lujoso como siempre y como en otros modelos gana terreno la digitalización, con cuadro de instrumentos digital y una nueva pantalla central de 10,9 pulgadas que tiene un manejo más sencillo que el anterior.
La enorme lista de equipamiento incluye asientos eléctricos deportivos, paquete Sport Chrono, volante GT multifunción con levas para el cambio de marchas y un conmutador para los modos de conducción, así como el potente sistema envolvente de sonido de la firma Bose. También se puede elegir entre una abundante lista de ayudas a la conducción como el Porsche InnoDrive con control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril con reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de visión nocturna o la visión periférica para maniobras de aparcamiento.
El precio del nuevo Porsche Turbo Coupé es de 212.632 euros, mientras que la versión Cabriolet asciende a los 228.107 euros.
Source: Coches