Acabas de aprobar los exámenes de conducir y de obtener el carnet. ¿Qué paso toca dar ahora? Decidir con qué coche quieres estrenar tu permiso recién obtenido. Muchos jóvenes empiezan su andadura vial usando el coche familiar, pero algunos tienen la posibilidad de comprarse un vehículo para su propio uso y disfrute. Aquí llega siempre la primera duda: ¿me compro un coche nuevo o uno de segunda mano?
Ambas opciones tienen sus ventajas y sus desventajas y, por mucho que nos fascine la idea de salir de un concesionario con un flamante coche nuevo hecho para nosotros, debemos sopesar los pros y contras de cada posibilidad de compra.
Empezando por los coches de segunda mano, hay que destacar que son una gran opción debido al precio. Más allá de que el coste de la compraventa sea más ajustado, debido al tiempo de uso, hay que destacar que evitaremos pagar el impuesto de matriculación, aunque sí tendremos que abonar ciertos trámites ante la DGT, como el cambio de nombre.
Coches de ocasión
Como desventajas nos encontramos la posibilidad de toparnos ante un vehículo excesivamente antiguo, con demasiados kilómetros o con averías pasadas. Aunque también es verdad que este tipo de vehículos nos hacen conducir con más tranquilidad, ya que no estaremos tan preocupados por rozarlos, como sí sucede en el caso de los coches nuevos.
De todas formas, la mejor manera de evitar el inconveniente de la edad será dejar de lado los coches de segunda mano y apostar por los de ocasión o los de gerencia tienen las mismas ventajas, pero son modelos más nuevos con mucho menos uso a las espaldas. Estos segundos son aquellos matriculados por el concesionario que se han usado apenas dos años por el propio personal del establecimiento. Al máximo, pueden tener 25.000 kilómetros recorridos.
¿Coche nuevo o coche de kilómetro cero?
Girando la vista hacia los coches nuevos, la principal ventaja es que, además de que estrenaremos el vehículo nosotros mismos, algo que produce una sensación inexplicable; nos aseguraremos de que no tiene ningún vicio oculto o avería. Al mismo tiempo, el vehículo saldrá de fabrica equipado con todos los asistentes necesarios para conducir de manera segura y con la mayor eficiencia posible en consumos.
Sin embargo, el precio de compra será bastante más elevado y deberemos pagar, igualmente, el impuesto de matriculación de primeras y el IVA. Una manera de comprar un coche nuevo y contener algo más el gasto es apostar por coches de stock, que son vehículos ya expuestos y configurados con un precio cerrado y disponibilidad inmediata, un factor a tener en cuenta sobre todo a día de hoy, o coches de kilómetro cero.
Estos últimos son aquellos que el concesionario ya ha matriculado, lo que nos permitirá ahorrar bastante en comparación, pero que no han sido usados más allá de exposición o muestra, por lo que a todos los efectos son nuevos. Eso sí, como en el caso anterior, no se podrán personalizar.
Source: Coches