El fin de los motores diésel y gasolina es ya una realidad y está más cerca de lo que parece. Tras la celebración de la Cumbre del Cambio Climático COP26 en Glasgow (Escocia), tanto países como fabricantes han acordado que todos los vehículos que se vendan a partir del 2040 (2035 los principales mercados automovilísticos) sean modelos de propulsión eléctrica, 100% sin emisiones.
Esta alianza, que aglutina a una treintena de países liderados por Reino Unido de acuerdo directamente con seis grandes marcas de fabricantes de automóviles, pararía la producción no solo de los motores de gasolina y diésel, sino de cualquier tipo de propulsión que produzca gases invernadero. Esto quiere decir que, para 2040, los coches híbridos y los de gas licuado también dejarían de venderse.
Los países que no han firmado este acuerdo han sido Alemania, Francia y España dentro de la Unión Europea y tampoco lo han hecho Estados Unidos, China ni Japón.
Los fabricantes que se han comprometido a dejar de vender y, por tanto, también dejar de producir estos modelos de coche son: Ford, General Motors, Volvo, Mercedes-Benz, Jaguar Land Rover y BYD.
España no se ha sumado a la firma de este pacto pero afirma tener «el trabajo hecho» a este respecto. Hace unos meses se anunciaba la aprobación de la Ley del Cambio Climático que exigía que este tipo de coches con emisiones de gases invernadero dejaran de producirse y comercializarse en nuestro país a partir del 2040.
La intención de este pacto que, por el momento, no es vinculante, es dejar de vender coches, furgonetas y cualquier otro tipo de vehículo que emita CO2 a partir del año 2040. En los principales mercados automovilísticos, se espera que esa fecha sea el 2035. Por lo tanto, se deduce que la fecha límite para parar su producción sea o bien esa o bien un par de años antes.
No. Las restricciones se aplican a los fabricantes y establecimientos de venta, tanto en este nuevo acuerdo climático como en la ley ya aprobada en España. Los conductores y usuarios que dispongan de un vehículo de diésel o gasolina podrán seguir circulando con él hasta que el coche llegue al final de su vida útil. Estimando que la edad de vida útil de un vehículo sea, de media, 10 años, estas restricciones a la producción permitirán cumplir los objetivos marcados por Unión Europea, que demandan que para el 2050 todos los vehículos que circulen por la UE sean cero emisiones.
Source: Coches