Después de muchas novedades en el segmento de los SUV, que es lo que tocaba, Citroën ha vuelto a poner todo su saber hacer al servicio de uno de sus modelos superventas: el compacto C4. Y a tenor de lo que nos muestra la propia marca, nada tiene que ver ni con con el modelo que se dejó de fabricar en 2018, desde luego, ni tampoco con el C4 Cactus excepto un más moderno “aire de familia” que ahora escala de nivel y que tiene un estilo similar al del nuevo C3 que se pone ahora a la venta.
Los detalles que avanza Citroën son pocos, ya que se presenta oficialmente a finales de junio, pero sí importantes, como que habrá una variante cien por cien eléctrica denominada ë-C4, la cual se unirá a modelos exclusivamente con esta energía como los ë-Jumpy, ë-SpaceTourer y Ami.
Como decimos, la estética rompe con lo anterior, y en eso Citroën tiene tanta experiencia como valentía. Lo hizo con el primer C4, que en ese momento sustituía al superpopular Xsara, y lo repitió con el C4 Cactus, cuyas formas desenfadadas y atrevidas marcaron tendencia en la propia marca.
El C4 se podría catalogar como crossover tipo coupé, con formas musculosas y a la vez deportivas. Las ópticas son protagonistas tanto delante como detrás, con una curiosa solución frontal en forma de “X” que también se traslada al juego de luces Led de la trasera, donde comparte protagonismo con el alerón.
Por dentro domina la sencillez de las formas, gracias en buena parte a que la digitalización permite prescindir de muchos botones, quedando solo los más esenciales. No hay duda de que gana en sobriedad y elegancia, por lo que se ve en las primeras imágenes.
Además de la variante eléctrica, no faltarán motores diésel y gasolina en la gama del C4, que también contará la suspensión basada en amortiguadores progresivos hidráulicos y los asientos Advanced Comfort que tan buen resultado están dando a la marca.
Source: Coches