En los trayectos diarios y los entramados tanto urbanos como interurbanos, intervienen varios colectivos con diferentes características y necesidades en lo que a movilidad se refiere. También se exponen a diferentes riesgos y son más o menos vulnerables, por lo que precisan una mayor protección frente a los vehículos motorizados.
Hablamos de ciclistas y peatones, dos colectivos vulnerables (junto con los motoristas) que se diferencian del resto por no ir a bordo de ningún tipo de vehículo a motor, lo que les hace correr más riesgos y circular a una velocidad diferente a la del resto de los conductores.
Por eso, para conseguir una pacificación de las vías y la convivencia en la carretera, sobre todo urbana, hay una serie de situaciones en las que tanto peatones como ciclistas tienen prioridad y, por tanto, los vehículos a motor tienen que ceder el paso.
Por supuesto, en los pasos de cebra habilitados para que crucen y, en caso de que haya un semáforo, cuando este esté en verde. También tendrán prioridad cuando estén cruzando en grupos escolares o comitivas.
Asimismo, habrá que respetar su prioridad cuando estén subiendo o bajando de un autobús, cuando vayan por el arcén y cuando se circule por zona señalada como peatonal. Estas directrices tienen que cumplirlas tanto vehículos a motor como ciclistas.
Va por un carril bici, por descontado, así como en los arcenes señalizados. Los vehículos también tendrán que respetarlos cuando vayan en pelotón y el primer ciclista allá empezado a cruzar. El último supuesto es cuando la bici ya circula por la vía a la que se incorpora el vehículo a motor.
Source: Coches