El sector del automóvil y la motocicleta ha sido uno de los más golpeados por la pandemia y, pese a haber mantenido a flote las ventas, muchos de los servicios relacionados con los vehículos han sufrido pérdidas, tanto económicas como laborales. Es el caso de los talleres mecánicos, ya que durante los meses del confinamiento domiciliario perdieron, aproximadamente, el 90% del volumen de trabajo que habitualmente hubieran recibido.
Esto se traduce en unas pérdidas a finales del 2020 de un 20% en ingresos y de un 3’5% en empleo, área que ha conseguido mantenerse gracias a los ERTE aplicados por el sector tal y como han explicado desde la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa). Este porcentaje se traduce en una reducción de 5.500 puestos de trabajo.
Con la apertura de los talleres, el sector consiguió recuperar lentamente los niveles de trabajo del pasado 2019, pero siempre con un par de puntos porcentuales más abajo. En el verano se registró un 5% menos de volumen de visitas al taller de lo habitual y las progresivas olas han marcado la irregularidad de la recuperación.
Al afectar a las ventas de vehículos, la pandemia también ha reducido la recaudación del impuesto de circulación. Pero el factor que ha sido determinante para que estos ingresos percibidos por el Estado hayan caído en picado ha sido la entrada en vigor del ciclo emisiones WLTP este enero.
Este nuevo sistema de medición de las emisiones, que va a encarecer precisamente el impuesto de circulación de los vehículos que se compren a partir de este año, ha impulsado a lo largo del pasado 2020 la compra de modelos electrificados que por ejemplo, en el caso de los eléctricos puros, están exentos de pagar esta tasa.
Según los datos consultados por Europa Press, la Agencia Tributaria este año ha ingresado un total de 372,99 millones de euros. Esta cantidad ilustra un retroceso del 39,4% en comparación con los 616,13 millones de euros contabilizados en 2019.
Source: Coches
