Pese a la imposición del estado de alarma y, con él, la obligación de quedarse en casa y limitar las salidas a la calle; muchas personas han necesitado seguir desplazándose hasta sus puestos de trabajo o para desarrollar las actividades permitidas por la ley utilizando sus vehículos particulares.
Este uso puede haber estado motivado por varias razones, entre ellas, el descenso de la frecuencia de los transportes públicos o, incluso, el miedo al contagio al utilizarlos pese a la prevención y las medidas de higiene que se han adaptado en todos estos ámbitos. La necesidad de realizar trayectos rápidos y cortos o la falta disponibilidad de una línea de vehículos urbanos cercana también es una razón.
Así que, aunque sea para cumplir las actividades permitidas por el Gobierno, durante estos días los conductores han seguido (en menor medida, eso sí) usando sus vehículos particulares. Y como ha sido imposible de evitar, también se ha prestado el debido servicio de asistencia en carretera por parte de las aseguradoras, que siguen funcionando a pleno rendimiento.
Según la Mutua Madrileña, han atendido ya casi 67.000 llamadas solamente en las dos primeras semanas del estado de alarma. El mayor número de requerimientos ha sido por problemas con el arranque del coche y la batería, un total de 9.000. El segundo motivo por el que más ha llamado la gente ha sido por averías mecánicas o de motor.
Además, también ha habido accidentes (en menor medida, solo un 6’5%), problemas con los neumáticos y algún que otro robo. Mapfre también ha publicado sus resultados de asistencia durante los primeros días del estado de alarma, que fueron un total de 11.000, 5.800 de ayuda en carretera, de las que un 90% fueron para solucionar averías. También han ofrecido 900 servicios en taxi para que los afectados pudieran volver a casa.
Source: Coches