Una de las prioridades, a nivel europeo, que afecta al sector de la movilidad y la automoción es la reducción de las emisiones con una fecha límite que ronda el año 2030 pero que condiciona los pasos que se dan en el futuro más próximo.
Y no solamente los vehículos de cuatro ruedas están viéndose afectados por estas regulaciones, como se ha estado viendo con las multas a los fabricantes de la Unión Europea o las limitaciones a la circulación de los modelos más contaminantes.
Las motocicletas y los ciclomotores, pese a ser menos contaminantes, también se están viendo afectados por los cambios en la regulación de las emisiones. Hay que tener en cuenta que, a partir de enero de 2021, entrará en vigor la normativa Euro 5.
Esta nueva norma indica que ninguna motocicleta o ciclomotor a la venta podrá superar los 1000 miligramos por kilómetro (mg/km) de emisiones de CO2, los 100 mg/km de hidrocarburos no metálicos, los 60 mg/km de óxidos de nitrógeno ni los 4,5 mg/km de partículas.
Asimismo, esta regulación también obliga a las marcas a reducir el sonido que emiten las motos para paliar así la contaminación acústica y los efectos perjudiciales del ruido del tráfico en las grandes ciudades.
Según Anesdor, los vendedores de vehículos de dos ruedas esperaban, a lo largo de este año, poder vender los modelos que se verían afectados por estas restricciones, ya que a partir del año que viene afectarán a las unidades a la venta pero no a las que ya se encuentren en circulación.
Debido a la situación actual y al bloqueo de las ventas (pese a que van remontando poco a poco), se calcula que pueden quedarse sin salir al mercado alrededor de 87.000 unidades, por lo que se espera que desde la UE llegue una moratoria para el nuevo tope de emisiones.
Source: Coches