Sáb. Nov 16th, 2024

El objetivo de Volvo para 2030 es vender únicamente vehículos eléctricos puros y, para 2040, ser una empresa neutra desde el punto de vista climático. Esta clara hoja de ruta hacia la electrificación total es uno de los planes de transformación más ambiciosos que haya puesto en marcha cualquier fabricante de automóviles tradicional.

Para subrayar su compromiso con estas aspiraciones, Volvo ha anunciado durante la Semana del Clima de Nueva York, que a principios de 2024 dejarán de fabricar todos los modelos diésel de Volvo Car. Dentro de unos meses saldrá de fábrica el último vehículo Volvo con motor diésel, lo que convierte a Volvo Cars en uno de los primeros fabricantes tradicionales en dar este paso.

Este hito llega tras la decisión del pasado año de abandonar el desarrollo de nuevos motores de combustión. En noviembre de 2022 vendieron su participación en Aurobay, la empresa conjunta que albergaba todos los activos en motores de combustión, en un movimiento dirigido y apoyado sobre que no dedicarán a partir de ahora ni una sola corona de su presupuesto de I+D al desarrollo de nuevos motores de combustión interna.

“Los sistemas de propulsión eléctricos son nuestro futuro y son superiores a los motores de combustión: generan menos ruido, menos vibraciones, menos costes de mantenimiento para nuestros clientes y cero emisiones del tubo de escape. Estamos totalmente centrados en crear una amplia cartera de vehículos premium totalmente eléctricos que cumplan con todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo y será una parte clave de nuestra respuesta al cambio climático”, afirma Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Cars.

Quieren servir de ejemplo para el resto

Según defienden en la marca, apuestan por la electrificación porque es lo correcto. »Lo que el mundo necesita ahora, en este momento crítico para nuestro planeta y la humanidad, es liderazgo», afirma Jim Rowan. “Ya es hora de que la industria y los líderes políticos sean fuertes y decididos, y apliquen políticas y acciones significativas para luchar contra el cambio climático. Estamos comprometidos a hacer nuestra parte y alentar a nuestros pares y a los líderes políticos de todo el mundo a hacer la suya”.

»Aunque nuestro propio objetivo de electrificación es aún más ambicioso, confiamos en que el anuncio que realizamos hoy sobre los vehículos diésel sirva de inspiración para que otras empresas sean más audaces en la adopción de medidas contra el cambio climático», cerraban los responsables de Volvo.

La decisión de eliminar por completo los motores diésel a principios de 2024 es un ejemplo de la rapidez con la que están cambiando tanto la industria del automóvil como las exigencias de los clientes ante la crisis climática. Hace solo cuatro años, el motor diésel era uno de los principales negocios de Volvo en Europa, como sucedía con casi todos los fabricantes de automóviles. En 2019, la mayoría de los vehículos que vendieron en el continente llevaban un motor diésel, mientras que los modelos electrificados apenas empezaban a asomar.

La tendencia se ha invertido desde entonces, impulsada por los cambios en las demandas del mercado, por la publicación de normas más estrictas en materia de emisiones y por el propio impulso de la marca hacia la electrificación. La mayoría de sus ventas en Europa corresponde ahora a vehículos eléctrificados, ya sea con motores totalmente eléctricos o híbridos enchufables.


Source: Coches

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por admin