Viajar es una de las grandes de pasiones de cientos de personas en España. Cada día recorren el territorio miles de coches en busca de un destino en el que desconectar. El problema llega cuando queremos ir a alguna isla. Las conexiones aéreas, en la mayoría de las ocasiones, es un quebradero de cabeza.
Esto se debe principalmente a que las opciones no son tantas como si queremos ir a otro lugar del país. Es decir, tan solo podemos recurrir al barco o al avión. De hecho, son los vuelos de corta distancia los que normalmente ganan la partida. Sin embargo, una alternativa parece estar abriéndose camino. Y es que la empresa Regent Craft ha ideado unas aeronaves innovadoras, totalmente eléctricas, que pueden dejar a un lado a estos medios de transporte en un futuro.
El vehículo eléctrico de Regent Craft
La compañía estadounidense ha dado un paso en firme para el desarrollo del transporte marítimo sostenible. Ha presentado el primer prototipo de seaglider a escala real. Se trata de un curioso vehículo eléctrico que consigue desplazarse a altas velocidades. Su objetivo fundamental es conectar destino de costa de una manera eficiente, sin emisiones y de forma silenciosa, puesto que produce 30dB menos que un avión o un helicóptero.
Con unas dimensiones de 16,7 metros de longitud, una anchura de 19,8 metros y con capacidad para 12 personas, presume de ser la mayor aeronave eléctrica que se ha construido hasta ahora. El vehículo está hecho para trabajar solo sobre el agua y tiene hasta tres modos de funcionamiento: flotando sobre el casco, volando en efecto suelo sobre la superficie del mar y deslizándose sobre hidroalas.
«El hecho de haber logrado este hito histórico en tan solo cuatro años desde nuestra fundación es un verdadero testimonio de la dedicación de nuestro equipo de primera clase y de nuestros socios en todo el mundo», ha afirmado Billy Thalheimer, cofundador y director ejecutivo de Regent.
Las primeras pruebas en el mar
Regent, que ha bautizado al vehículo eléctrico con el nombre de Paladin, ha realizado las primeras pruebas en el agua. Ahí han evaluado sus sistemas para poder llevar a cabo un primer vuelo con pasajeros a mediados de este año. Hay que tener en cuenta que las pruebas llegan después de varios meses de trabajo en los motores, sistemas electrónicos, software de control o baterías.
La compañía estadounidense ha explicado que el aparato funciona a una velocidad de hasta 290 km/h. Además, han señalado que «reducirá drásticamente el tiempo y el coste de transporte de personas y carda entre comunidades costeras».
El despegue de esta nave tiene tres fases. La primera es muy similar al arranque de una embarcación y se realizar en los primeros metros después del desamarre. Después, se tiene que utilizar la hidroala para llevar a cabo el despegue del casco de la superficie del mar. Es un método que pretende la generación de sustentación subacuática utilizando el ala. Por último, es el vuelo en efecto suelo, es decir, entre 10-20 metros de altura con respecto al mar.
Source: Coches