El precio de los carburantes fósiles no ha dejado de subir desde principios de año y del año pasado. El gasóleo se encuentra entre los 1,43 y los 1,53 euros al litro dependiendo de la categoría y la gasolina entre los 1,55 y los 1,71 euros al litro para la sin plomo 95 y la 98, respectivamente, a fecha 31 de enero.
Desde los últimos meses, el precio de estos dos combustible ha presentado una tendencia al alza y hay varias razones para ello. La primera, como es habitual en este sector pero también en otros bienes y servicios como los alimentos y la electricidad está relacionada con la inflación que sufre España y que se tradujo en una subida del Índice de Precios al Consumo del 6,7% al cierre de 2021 y un crecimiento del 6% en este mes de enero.
Acercando la lupa al caso de los combustibles fósiles de manera específica afectan dos factores concretos: el precio del barril de brent y la fiscalidad. El litro de crudo en el mercado internacional se ha encarecido sin parar durante los últimos meses y el barril de brent subió al menos un 60% a lo largo del año pasado.
En este mes de enero, el precio del barril ha llegado hasta los 87 dólares y las estimaciones desde Estados Unidos de cara a este 2022 no son halagüeñas: se espera que llegue incluso a los 96 dólares. Así pues, como es esperable, el precio del litro en las estaciones de servicio se encarece como consecuencia directa y se prevé que lo siga haciendo durante los próximos meses.
Más impuestos al diésel
Por otro lado, como ya se anunció el año pasado desde el Gobierno, la fiscalidad sobre el diésel va a cambiar este año. Hasta ahora, el diésel contaba con unos impuestos más blandos para favorecer su uso, ya que se ha considerado menos contaminante que la gasolina. Sin embargo, con una tendencia hacia los coches eléctricos muy marcada, unas directrices que llegan desde la Unión Europea para desincentivar la compra de vehículos contaminantes y las emisiones de NOx del gasóleo; la intención del Gobierno es equiparar los tipos impositivos de este con la gasolina a finales de este año.
Además de eliminar este beneficio fiscal, la intención del Gobierno es igualar el tipo impositivo que pesa sobre ambos carburantes al de los 8 principales países de la UE. La media europea está en torno al 50% de los impuestos mientras que en España el año pasado se quedó en 47,1% en el caso del petróleo y en 50,4% en el de la gasolina, más el 21% de IVA.
Source: Coches
