El RACC cree que la instalación de cuatro nuevos radares de tramo y 46 fijos por parte del Ayuntamiento de Barcelona en la ciudad es una medida «excesiva » y no se puede justificar por la «seguridad viaria».
El club automovilístico cree que solo tienen sentido los 12 radares en los entornos escolares para mejorar la seguridad de los menores en calles donde ahora se ha establecido un límite de 30 km/h y los 4 radares de tramo en túneles urbanos como los de la ronda del Mig, el túnel de la Rovira, el túnel de Glòries y en la ronda Litoral, entre Miramar y la Barceloneta.
Para el RACC, el resto tienen un objetivo «más cívico que de seguridad viaria» con el fin de pacificar el tráfico de la ciudad y pide al consistorio que lo reconsidere.
Ante esto, el club es «más partidario» de medidas como campañas y no de sanciones, que a menudo son percibidas «como medidas recaudatorias».
La entidad, además, ha querido recordar que ha habido una «notable caída» del número de víctimas y heridos graves en accidente de tráfico en la ciudad durante la última década -de 304 en 2010 a 155 en 2020-, una reducción de la siniestralidad que entiende que se ha alcanzado «sin la existencia de estos radares».
Además, el Ayuntamiento de Barcelona ya dispone de radares móviles que pueden realizar «la misma función» cuando convenga y en los puntos en los que sea «realmente necesario», evitando el mensaje de «criminalización de los conductores de vehículo privado».
Por esto, el RACC pide al consistorio que, de los 48 nuevos radares fijos que ha anunciado, reconsidere la decisión de instalar 32 y que se limite al despliegue de los 16 que se situarán en entornos escolares y en los túneles urbanos.
Source: Coches