Cuando la movilidad eléctrica estaba aún “en pañales”, Carlos de Teso, un madrileño apasionado del mundo del motor y profesional autodidacta, ya vio que las tendencias iban tornando hacia alternativas más ligeras y limpias para ir de un lugar a otro, sobre todo en las grandes ciudades.
Su pasión por el mundo de las dos ruedas y las motocicletas clásicas derivó hacia un modelo de bicicleta eléctrica inspirada en estas, lo que se ha convertido en su seña de identidad. Para llevar adelante su idea, y partiendo desde cero, su dilatada experiencia en mecánica y competición le ayudó a desarrollar su proyecto, contactando con proveedores internacionales que le pudieran dar el material para fabricar el modelo perfecto.
Y así fue. Aunque creó una gama completa perfectamente definida, se dio cuenta de que no existe un modelo mejor que uno propio, y gracias a ello surgió la solución definitiva: las bicicletas personalizadas.
Las bicicletas del catálogo están divididas en colecciones, Neoclassic, Classic GP y Flying Cruiser, y sobre esta base, que puedes ver en su página web, se pueden ir modificando distintos elementos e incluso combinarlos entre sí. Hay diversas opciones en cuanto a ruedas (de distintos colores y dibujos), sillín, puños, pedales y hasta se puede adaptar un sistema de suspensión delantera, pero lo mejor es que el chasis de aluminio se puede decorar al gusto, ya sea con un diseño de referencia o uno que aporte el propio interesado. De todo se realizan bocetos y no se ejecuta la versión final hasta la aprobación por parte del cliente.
Común a todos los modelos es un fiable motor central eléctrico que asiste al pedaleo y que tiene 250 watios de potencia, el máximo permitido por la normativa de este tipo bicicletas.
Para controlar todo, cada unidad cuenta con un cuadro de instrumentos digital a través del cual se puede consultar la velocidad, la distancia recorrida y el estado de la batería, pero también se puede elegir la intensidad de la asistencia del motor en el pedaleo.
El precio de partida de estas bicicletas tan particulares y exclusivas parte de los 3.350 euros, una cuantía elevada pero que no lo es tanto teniendo en cuenta la calidad de los elementos que la componen, así como el hecho de que son montajes individuales y artesanales, cuidando hasta el más mínimo detalle. Por 1.000 euros menos también se pueden encargar bicicletas con iguales características pero sin motor eléctrico.
Source: Coches