Aunque más sigiloso e invisible que otros fenómenos, como la nieve o la niebla, el viento también puede afectar a la seguridad vial, especialmente cuando sopla con fuerza en carretera. Las ráfagas de aire pueden bambolear los coches y motos, crear efectos pantalla cuando adelantamos a camiones u otros vehículos voluminosos e incluso arrastrar elementos peligrosos hasta el asfalto, como ramas.
Sin duda, todos los conductores pueden sufrir los empujes del viento, pero hay un colectivo al que afecta mucho más: los motoristas. Al conducir sin carrocería ni estructura que les proteja, los motoristas son más sensibles a las rachas de viento. Además de que, obviamente padecerán más el frío en conducción, las ráfagas de aire pueden desestabilizarlos y tirarlos de la motocicleta en marcha.
Para evitar crear resistencia contra el viento y ser lo más aerodinámicos posible, existen una serie de consejos a aplicar en caso de que este fenómeno nos sorprenda en carretera.
- Reducir la velocidad. Aunque parezca una obviedad, reducir la velocidad es muy importante ya que cuanto más rápido circulemos más nos estaremos exponiendo al viento y más sufriremos los efectos pantalla si adelantamos a otro vehículo. Es aconsejable parar si es necesario.
- A los mandos, con delicadeza. Hay que guiar la moto evitando movimientos bruscos.
- Sin equipaje. Todo lo que sobresalga o añada peso es obviable.
- Adoptar una postura cómoda y aerodinámica. Si el viento es frontal o de espalda, habrá que pegar los codos al cuerpo y las rodillas a la moto y acerca el tronco y la cabeza al depósito de gasolina.
- Será importante, también, fijarse por qué lado sopla el viento, para prever empujes.
Source: Coches