El Taycan es el modelo cien por cien eléctrico de Porsche, el primer deportivo que dejó de lado los tradicionales motores térmicos de la marca. Hasta ahora existían, además de la variante convencional, las versiones 4S, Turbo y la más prestacional Turbo S. El Taycan GTS que hemos tenido ocasión de conducir se posiciona por debajo del Turbo en cuanto a potencia, con hasta 440 kW de potencia (el equivalente a 598 CV), pero se diferencia del resto por unos rasgos específicos, siempre encaminados a ensalzar su deportividad, que se hacen notar en el apartado estético, mecánico y de equipamiento.
Además, el Taycan ya se comercializa en tres carrocerías: normal, Cross Turismo (con características adaptadas para rodar por caminos), y la nueva Sport Turismo, que como la anterior tiene formato familiar pero sin características de crossover.
Las siglas GTS aparecen por primera vez en 1963 asociadas al Porsche 904, pero de forma regular se asentaron en la gama alemana a partir de 2010 con el 911 como punto de partida. Como aquel, el Porsche Taycan GTS tiene algunos rasgos que lo distinguen exteriormente del resto. Además del logotipo acreditativo, y siempre en color negro, saltan a la vista son los elementos aerodinámicos del frontal, las ópticas oscurecidas, los faldones laterales, las carcasas inferiores de los retrovisores, el difusor trasero y las llantas de 20 pulgadas de serie.
Con 4,9 metros de longitud, y sobre todo con casi dos de anchura, es un coche amplio para cuatro personas, e incluso las dos de plazas traseras tienen bastante espacio en altura a pesar del deportivo diseño del coche. El resto de la cabina es una maravilla de la técnica, con hasta cuatro pantallas digitales, incluida la opcional para uso y disfrute del copiloto.
La mecánica tiene la misma base que el Turbo, con un motor eléctrico en cada eje y tracción total, que desarrolla en el GTS hasta 440 kW (598 CV) de potencia con la función overboost (es decir, que solo por unos segundos), pero lo más interesante es que el sistema se ha ajustado para que la autonomía media homologada sea de 504 km, convirtiéndose en el primer Porsche en traspasar la barrera de los 500 km.
Como admite cargas de hasta 270 kW, la enorme batería de 93,4 kWh puede recuperar energía para rodar 100 km en menos de 5 minutos y pasar del 5 al 80% en poco más de 20.
Creado para la pasión
Sentarse a los mandos de un Porsche es siempre una experiencia emocionante, y en este caso no iba a ser menos. El diseño general y los revestimientos de cuero Race-Tex en los asientos deportivos, salpicadero y volante enseguida te ponen en situación, pero en este caso no va acompañado del típico rugido del motor de combustión. A cambio, se puede activar un sonido, específico para el GTS, que se percibe nítidamente tanto en el exterior como en el interior. Es difícil de definir, porque es un poco “galáctico” y hasta satura un poco, pero como su activación es opcional la decisión va a gusto del consumidor.
Después de familiarizarnos con las distintas pantallas y los mandos, la puesta en marcha se realiza pulsando un botón a la izquierda en el volante y accionando la pequeña palanca que queda en la parte superior derecha del cuadro de instrumentos.
Estamos ante un Porsche de casi 5 metros de longitud con casi 2,3 toneladas de peso. Nuestro entorno de pruebas, las reviradas carreteras de montaña de Palma de Mallorca, y entre nuestras manos un coche capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,7 segundos y alcanzar los 250 km/h. Por supuesto, llegar a esas cotas no era ni mucho menos nuestro cometido, pero sirvan los datos para saber de qué estamos hablando.
En marcha no solo es impresionante su capacidad de aceleración, con la sensación que da tener un par motor de 850 Nm cuando se pisa el acelerador, lo es su tacto, la dirección –directa y dura– y la capacidad de detener semejante mole con eficacia cuando está lanzado. En este último apartado hay que decir que Porsche ha elegido unos frenos con discos de 390 mm de diámetro delante y de 358 detrás, y opcionalmente todo se puede mejorar con unos frenos cerámicos que aguantan aún más la fatiga. Visualmente este equipo se distingue por las pinzas decoradas en color amarillo frente a los rojos de los frenos “normales”.
El comportamiento del Taycan GTS es excelente en todos los casos, principalmente por la puesta a punto de la suspensión neumática, también específica para el GTS, que lo fija al asfalto como una lapa y no es fácil llegar a los límites incluso en una conducción exigente.
Conducción a la carta
Para adaptarse a la conducción, la respuesta del coche se puede “regular” mediante un mando circular en el volante. De los programas Normal y Range –este para llegar a la máxima autonomía (con una velocidad máxima limitada a 150 km/h, por ejemplo)–, se pasa a los más deportivos Sport, Sport Plus y el configurable Individual.
El precio de este Taycan GTS, del que ya se admiten pedidos y llegará a los concesionarios en primavera, está a la altura de las circunstancias: 135.264 euros, una cuantía para quien tenga dinero suficiente y sobre todo pasión, porque no le decepcionará.
Aunque es un modelo con alta dotación de serie en cuanto a equipamiento, como por ejemplo el paquete Sport Chrono que engloba los modos de conducción, la lista de personalización opcional es enorme y suma muchos euros. De ella destacan, por ejemplo, las llantas de 21 pulgadas o el nuevo techo panorámico Sunshine Control, que mediante la tecnología polímeros en cristal líquido permite o no que la luz solar entre en el habitáculo. Está dividido en nueve secciones, cuya mayor o menor transparencia se puede regular de forma sencilla mediante la pantalla de control central, y el efecto es muy sorprendente.
Source: Coches