Sáb. Nov 16th, 2024

Se acerca la temporada de nieve y hay que preparar los vehículos para poder rodar por las carreteras con total seguridad. Unos buenos neumáticos siempre ayudan a mantener el control y la estabilidad aunque las condiciones climáticas empeoren, aunque también es importante adaptar nuestra forma de conducir a la meteorología.

Durante estos meses de frío es habitual escuchar hablar de los neumáticos de invierno. ¿En qué se diferencian las gomas corrientes y cuáles son sus características? La primera diferencia es que estas ruedas están fabricadas con compuestos distintos para que el caucho no pierda adherencia con temperaturas por debajo de los 7 grados, como sí sucede con los neumáticos convencionales. Además, la banda de rodadura incorpora un mayor número de aristas y laminillas autoblocantes, para facilitar la adherencia al terreno por debajo de estas temperaturas.

Estos neumáticos son obligatorios en ciertos países donde la nieve es una constante en invierno, mientras que en España son recomendables sobre todo en las zonas en las que es más habitual que nieve o hiele. Además, se pueden utilizar perfectamente como sustitutos de las cadenas de nieve, mucho más engorrosas de montar y desmontar, según especifica el Real Decreto 2822/1998. Para que los neumáticos de invierno puedan sustituir a las cadenas, deben estar marcados son las siglas M+S, MS o M&S y tener una capacidad de velocidad no inferior a los 160 kilómetros por hora.

En este sentido, los neumáticos de invierno presentan algunas ventajas frente a las cadenas. Más allá del montaje y desmontaje que se evita con estas gomas, las cadenas pueden estropear los neumáticos si se utilizan sin nieve, mientras que con los neumáticos de invierno se puede rodar también en carreteras limpias (siempre y cuando la temperatura no supere los 12 grados, según explican desde Euromaster).

Apostar por los neumáticos de invierno durante los meses de frío, siempre que la temperatura se mantenga por debajo de los 12 grados, es una opción segura y cómoda. El precio de montar estos neumáticos oscila dependiendo de la marca y de la calidad de la rueda, existiendo opciones de 85 euros hasta los casi 180 por rueda. Es cierto que, igualmente, dependiendo de la medida y del tipo de vehículo (furgoneta, compacto…) el coste también varía.

Hay que calcular que, si cambiamos las cuatro ruedas por unas de invierno, el precio total rondará los 400 euros e incluso los superará. También hay que tener en mente que en condiciones climáticas muy complicadas, con mucha nieva y un terreno completamente helado, lo más seguro (a parte de evitar conducir) será colocar igualmente las cadenas en las ruedas.


Source: Coches

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por admin