Una bala de pequeño calibre. Así podíamos definir al nuevo miembro de la familia N de este fabricante que ahora extiende estos tentáculos tan prestacionales al pequeño Kona, un SUV que solo mide 4,22 metros de longitud y que con este traje se convierte en un modelo de lo más exclusivo para aquellos usuarios que no se conformen con un coche cualquiera.
Lo cierto es que este segmento, el de los todocaminos de acceso, ofrece contadas propuestas en este sentido y comparables, con estos niveles de potencia, solo se nos vienen a la mente el Mini Countryman JCW o el Audi SQ2.
Sin duda, lo más destacable del Kona N es su deportiva puesta a punto. Aquí la marca coreana no ha reparado en gastos aplicando la misma receta que ya luce el i30 N o el no menos novedoso i20 N.
Para empezar, bajo el capó encontramos un bloque de 2.0 litros turboalimentado de 280 CV de potencia (el mismo que el del i30 N) que se combina con un cambio automático de 8 relaciones del tipo secuencial y levas en el volante si lo deseamos usar en modo manual.
Las prestaciones que consigue no dejan lugar a la duda siendo capaz de pasar de 0 a 100 km/h en tan solo 5,5 segundos, un registro al alcance de los mejores.
En la práctica, el Kona N es muy divertido de conducir. Se nota enseguida su caballería y ganas de contentar a quien se pone a sus mandos. Un torrente de potencia y sensaciones que, además, se pueden administrar a la carta pues incluye cinco modos de conducción (Eco, Normal. Sport, N y Custom) para elegir en cada momento el que más nos convenga dependiendo del trazado o de nuestras necesidades de conducción.
Y para rematar la faena, el SUV coreano monta un chasis con amortiguación controlada electrónicamente que es simplemente una delicia para aprovechar la potencia disponible. Tampoco podemos olvidar el diferencial de deslizamiento limitado en el tren delantero, para limitar las pérdidas de tracción, y otros tres programas más de funcionamiento (Normal, Sport y Sport +) que se manejan desde el volante y que sirven para obtener el máximo rendimiento.
Todo este abanico de opciones se visualiza en la pantalla central multifunción que utiliza unas grafías muy deportivas y nos permite disponer de una gran información. El tablero de instrumentos, igualmente digital, cambia la imagen dependiendo de la función elegida y, sin duda, nos ha parecido de lo más llamativo.
Como no podía ser de otra forma con tantos ingredientes deportivos, la potencia o el rendimiento en el paso por curva no tienen nada que envidiar a un GTI de pura cepa. Acelera como un poseso, se sujeta una barbaridad y el bramido de los escapes dobles, sobre todo en las retenciones, ponen el broche de oro a este producto tan exclusivo como prestacional. La única pega que se puede poner son unos consumos que suelen estar por encima de la media (difícil de bajar de los 10,5 litros a los 100 km) sobre todo si nos cebamos con el pedal del gas. Solo eso.
Estéticamente, el Kona N tampoco pasa desapercibido. Las amplias tomas de aire delanteras, con una parrilla rematada en negro, las distintas inserciones en rojo, el alerón y la doble salida de escape posterior o las llantas de 19 pulgadas transforman enseguida a este SUV utilitario.
Por dentro, tres cuartos de lo mismo. Las pantallas digitales ya mencionadas, los asientos del tipo “bacquet”, el volante específico o el pedalier de aluminio, entre otros accesorios, potencian el aspecto tan racing del conjunto desde esta perspectiva.
Ya a la venta desde 44.900 euros, sin incluir en esta cantidad los descuentos que aplica la marca que pueden llegar a los 4.800 euros, el Kona N nos ha parecido un bombón. Conducirlo supone toda una experiencia harto explosiva y tanto por su imagen tan deportiva como por su completo equipamiento tampoco vamos a tener queja.
Source: Coches