Vie. Nov 15th, 2024

Conforme pasan los años y se adquiere más experiencia al volante, es posible que también se olviden ciertos conceptos y ciertas reglas de la circulación precisamente por ese aumento de la confianza y la soltura a la hora de conducir. Las rotondas son uno de los diseños de la calzada que más en dificultad pueden llegar a poner a los conductores, sobre todo cuando se complican y empiezan a sumar más de dos carriles.

Las glorietas están diseñadas para aligerar el tráfico y facilitar la circulación en cruces de varías vías, reduciendo la siniestralidad, aunque su efectividad se puede ver mermada si los que circulan por ellas no saben cómo deben hacerlo. Según un estudio de Axa seguros, dos de cada tres conductores confiesan no saber cómo circulan en una rotonda.

Uno de los elementos indispensables para adentrarse en una glorieta y salir airoso son los intermitentes, a los que se les debe dar un uso correcto para evitar accidentes o colisiones por alcances. La Policía Nacional define los intermitentes como la manera de comunicarse con el resto de conductores para que así puedan prever nuestra salida de la rotonda.

¿Cuál es el uso correcto de los intermitentes en una rotonda? La Dirección General de Tráfico destaca dos momentos en los que es clave utilizar las luces indicadoras: al cambiar de carril y al salir de la rotonda. El primer caso de uso es para ir desplazándonos al carril que nos corresponde para abandonar la glorieta y el segundo es para avisar al coche que vaya detrás nuestro de que vamos a ralentizar la marcha para poder salir de la rotonda.

Sin embargo, los casos en los que no hay que utilizar los intermitentes y en los que algunos conductores sí que se equivocan son al entrar a la glorieta o para indicar que vamos a seguir circulando por ella.


Source: Coches

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por admin