Profesionales, del sector del transporte por carretera o de la agricultura, y particulares están sufriendo seriamente las consecuencias de la subida y el temor de la escasez de producción para los próximos meses. De hecho, los grandes fabricantes de este aditivo han rebajado sus objetivos como consecuencia de la crisis energética que ha encarecido el precio del gas.
Tal y como explican desde la página web de Real Automóvil Club de España, el AdBlue es un compuesto que se utiliza en los coches propulsados por diésel para conseguir disminuir los productos contaminantes derivados de la combustión del motor.
La mayoría de los coches diésel que salen ahora al mercado tienen tecnología SCR, un sistema de reducción catalítica selectiva, a través del cual se convierte el óxido de nitrógeno en vapor de agua y nitrógeno. Para conseguir esto se recurre al AdBlue, un producto formado por urea diluida en agua destilada.
¿Cómo se utiliza?
Algunos vehículos propulsados por diésel cuentan, además de la apertura para rellenar el tanque de gasoil, con otra que es exclusiva para AdBlue, un tanque que se tiene que rellenar cuando el testigo del coche lo indica. Nunca hay que esperar a que se agote por completo y tampoco mezclarlo con el diésel. El líquido se inyecta en el catalizador, donde produce una reacción química que convierte el óxido de nitrógeno tóxico (NOx) en nitrógeno y vapor de agua.
¿Cuáles son sus características?
Entre las características del AdBlue destaca que tiene fecha de caducidad, por tanto, sus propiedades solo son efectivas durante un año. Otra de sus propiedades es que es un producto corrosivo, por lo que hay que tener mucho cuidado de que no caiga nada en la carrocería.
Además, este producto no puede estar expuesto a temperaturas inferiores a -11 grados, ya que se congelaría y no se podría volver a usar.
Source: Coches