Uno de los peligros de la carretera, sobre todo las nacionales, es la posibilidad de que en algún momento un animal salvaje salte sobre el asfalto y colisionar contra él. Este tipo de siniestros aumentó en un 60% en el periodo entre el 2015 y el 2019, el último del que se disponen datos detallados, tanto en carreteras interurbanas como en urbanas. En este segundo escenario, los accidentes por animales salvajes crecieron un 20%.
Automovilistas Europeos Asociados ha publicado un informe con estos datos que, además, refleja cómo en estos últimos meses del año es más habitual que se produzcan accidentes de coche por colisionar con un animal en carretera. Noviembre, diciembre y enero son los tres meses que acumulan una mayor incidencia de este tipo de incidentes. Hay que tener en cuenta, encima, la bajada de las horas de luz en este periodo y las inclemencias meteorológicas (como la lluvia o la nieve), que afectan negativamente a la conducción.
La mejor manera de intentar prevenir este tipo de accidentes es controlar cuando circulamos por una zona con alta presencia de animales salvajes y reducir la velocidad. En España, la comunidad autónoma en la que se produce uno de cada tres accidentes de este tipo es Castilla y León. Le siguen Galicia, Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía.
En el momento en el que veamos un animal en carretera, habrá que tratar de obligarlo a abandonar la calzada y, pese a lo que habitualmente se hace, desde Mapfre recomienda evitar usar las luces largas para espantarlo, ya que normalmente los animales se encuentran desorientados. Si hay que pasar por su lado con el coche, habrá que hacerlo muy despacio y sin movimientos bruscos, para evitar que se asusten o se muevan.
Si no se puede evitar el choque, habrá que tratar de reducir la velocidad todo lo posible frenando a fondo y sujetando el volante con fuerza. No es aconsejable dar un volantazo para esquivar el animal, ya que podemos invadir el carril contrario o incluso volcar fuera de la carretera.
Hay que llamar siempre a la Guardia Civil o las autoridades competentes para avisar tanto de la presencia de animales en la calzada como si al final hemos sufrido una colisión. Habitualmente, el conductor es responsable si el accidente ha sido con una especie cinegética (aunque hay excepciones) y muchas aseguradoras ofrecen pólizas especiales con este tipo de cobertura.
Source: Coches