La firma británica Morgan nació en 1910 gracias al trabajo y la ilusión de Henry Frederick Stanley Morgan, que empezó construyendo originales y extraordinariamente eficaces vehículos de tres ruedas. Hasta mediados de los años 30 no construyó modelos de cuatro ruedas, pero desde entonces no ha dejado de fabricarlos. Hoy, un siglo y una década después, la marca se caracteriza por la fabricación artesanal de coches modernos con apariencia clásica.
Actualmente hay tres modelos en su oferta: el 3 Wheeler, que rinde homenaje a las primeras creaciones de Morgan; el Plus Four y el Plus Six, dos bonitos roadster con reminiscencias de los años 50 del siglo pasado.
El Morgan Plus Four es un elegante modelo de dos plazas y 3,8 metros de longitud (parece más por su alargado morro) que equipa un motor de origen BMW con 2 litros de cilindrada y una potencia de 255 caballos. El CX-T que aquí presentamos es una variante off road de este mismo modelo, del que solo se han fabricado ocho unidades y que rinde homenaje a los éxitos en competición que los modelos Morgan tuvieron desde poco después de la fundación de la marca.
Para hacerlo más resistente y seguro fuera del asfalto, el CX-T cuenta con una estructura tubular que protege la carrocería, además de un chasis reforzado y, lógicamente, mayor altura respecto al suelo (230 mm).
No sabemos si el potencial cliente tendrá la intención de competir en pruebas todo terreno con este exclusivo vehículo, pero si lo hace dispone de dos ruedas de repuesto en una estructura específica en la parte trasera, baúles herméticos para proteger objetos del polvo o la arena y dos depósitos suplementarios de gasolina de 11 litros cada uno.
Por supuesto, la suspensión tiene mucho más recorrido gracias a unos amortiguadores específicos de la marca Exe-TC y los bajos están cubiertos y reforzados para preservar la mecánica del impacto de rocas o piedras de pequeño tamaño.
En la parte superior del coche hay una hilera de focos para reforzar la iluminación, la capota se ha diseñado para ajustarse bajo la estructura tubular que protege el coche y también hay un kit con placas y palas para utilizar en caso de quedarse atrapados en bancos de arena.
Por su parte, la cabina, que no olvida el lujo propio de los modelos Morgan, dispone de asientos de piel exclusivos y unos soportes para la instrumentación que se utiliza en el mundo off road, así como una pequeña superficie plegable con punto de luz para tomar notas o consultar mapas.
Morgan no publica el precio de esta versión, entre otras cosas porque también depende de los accesorios con los que se configure, pero sin duda es notablemente superior a los 87.000 euros que cuesta el Plus Four convencional en su versión básica.
Source: Coches