Sáb. Nov 16th, 2024

Tras los lanzamientos de los espectaculares e-tron y e-tron GT, Audi mueve ficha ahora en un segmento tan importante, y más accesible, como es el de los SUV compactos. Y lo hace con este Q4 e-tron, un SUV de 4,58 metros de longitud que tiene como objetivo plantar cara a los BMW iX3 y los Mercedes EQC.

Pues bien, nosotros esta semana hemos tenido la oportunidad de conducirlo por un completo recorrido de pruebas en el que que hemos alternado la ciudad, las autopistas y las carreteras secundarias (incluido en este último caso tramos muy exigentes por su trazado) para después de más de 200 kilómetros quedar muy satisfechos de su conducción, confort y economía de uso.

En el momento de su lanzamiento, la gama esta compuesta por tres versiones que corresponden a las denominaciones 35 e-tron, 40 e-tron y 50 e-tron con 170, 204 y 299 CV de potencia respectivamente.

Los dos primeros disponen de un motor eléctrico y tracción a las ruedas traseras, mientras que el 50 e-tron quattro adopta dos motores eléctricos, uno sobre cada eje, y pasa a disponer de tracción total. En esta versión, la batería tiene una capacidad de 77 kWh (55 kWh en el 35 e-tron) y una autonomía que puede alcanzar los 487 kilómetros, según el ciclo WLTP, que se convierten en 519 kilómetros en el caso del 40 e-tron.

Eléctrico no significa en este caso parco en prestaciones y en sensaciones al volante como nos demostró la versión tope de gama. Es muy ágil, ofrece una conducción a la carta y la sensación de confort más el esperado silencio de marcha reinan en todos sus movimientos.

Antes de seguir adelante con las cuestiones dinámicas, unas líneas para descubrir su interior y una posición de conducción que, como ya es habitual en los modelos de este fabricante, se adapta a todo tipo de tallas.

Podemos conducir todo lo alto o bajo que queramos y lo que tenemos por delante es un diseño tan elegante como práctico y con todo lo que hace falta y más para estar completamente informados a través de una instrumentación digital de 10,25 pulgadas y una pantalla multifunción táctil de hasta 11,6 pulgadas donde manejar (de forma rápida e intuitiva) muchas más funciones de las esperadas. Cabe destacar en este sentido la posibilidad de incluir un Head-up Display de realidad aumentada que ofrece la más variada información en el parabrisas.

Si antes de arrancar echamos una mirada a la plazas traseras nos encontraremos con un espacio que no suele ser habitual en un coche de su tamaño.

Los recortados voladizos que luce y una batalla descomunal de 2,76 metros permiten que tres adultos pueden viajar como reyes (la marca afirma que es tan amplio como un Q7) porque el suelo es plano y no existe el túnel central habitual en un coche con un motor térmico.

Por tanto, ya podemos anotar una gran habitabilidad y confort. Regresamos a la dinámica, al movimiento, que es otro de los aspectos fundamentales que en este caso se sustenta sobre la plataforma modular MEB del grupo VW creada exclusivamente para los modelos eléctricos de la compañía.

Nada más ponernos en marcha la sensación es de poderío. Aceleración de GTI, como también nos insistieron los responsables de la marca, y una dulzura de reacciones que cautivan enseguida. Por ciudad, se maneja como si de un utilitario se tratara. No es un coche grande, hablamos de una longitud de 4,59 metros, nada anormal para callejear sin problemas y apoyarnos, además, en un gran radio de giro.

Dejamos la urbe y pasamos a un exigente recorrido por tramos de montaña y el sentimiento de tenerlo todo bajo control aparece enseguida. Su buen reparto de pesos y la tracción quattro invitan a activar el modo “Dynamic” (dispone de cinco modos de conducción) y hundir el pedal del gas. No hay subviraje, es un tiralíneas, corre que se las pela y eso que el peso total del conjunto se acerca a los 2.000 Kg.

En carreteras tipo autovía o autopista, el Q4 es un ejemplo de confort y agrado de conducción. Activamos el modo “Efficiency” y a hacer kilómetros porque hay que recorrer mucho para que la autonomía nos de un susto.

Ya a la venta, este SUV tiene un precio de salida de 44.460 euros (correspondiente a la versión 35 e-tron) que se convierten en 58.160 euros en el caso del 50 e-tron testado. Todo eso sin contar con las ayudas del Plan Moves 3 que son utilizables en la mayoría de las versiones ofertadas y que pueden llegar a alcanzar los 7.000 euros.

En cuanto a los tiempos de carga, y como cabría esperar, estos depende de la toma utilizada. Pueden ir desde un mínimo de 10 minutos, para conseguir 130 kilómetros de autonomía, hasta nueve horas si lo hacemos en una toma doméstica que suele ser lo más habitual.

Los dos nuevos SUV eléctricos de Audi se pueden cargar con diferentes potencias dependiendo de la batería, usando corriente alterna (CA) y corriente continua (CC). Destacar en este apartado el servicio de carga “e-tron Charging Service” que da acceso a cerca de 210.000 puntos de carga públicos en 26 países europeos, y dato importante, con una misma tarjeta.

Con la tarifa transit, los clientes no tienen que pagar ninguna cantidad fija durante el primer año. Además, se pueden beneficiar de las condiciones preferentes de la red IONITY con un descuento de casi el 60% respecto a la recarga sin el e-tron Charging Service. En este sentido, Audi ofrece también la posibilidad de instalarnos en nuestro trabajo o domicilio un poste de carga por 1.400 euros.

Por último apuntar que este modelo, y a partir de septiempre, estará disponible igualmente con la carrocería Sportback tan típica de la marca de los cuatro aros y que se caracteriza por un estilo más deportivo en la zona posterior.


Source: Coches

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por admin