Cualquier pieza que sufra una modificación o alteración en el vehículo debe ser notificada y homologada, consiguiendo la contraseña de homologación de la pieza, un certificado del taller mecánico y el informe de conformidad de la marca o el fabricante antes de acudir a los centros para la Inspección Técnica del Vehículo, donde validarán o no la modificación que haya sufrido el vehículo.
Las partes que pueden modificarse y necesitan homologación son aquellas como tubos de escape, alerones, bajos o llantas entre otras, y es necesario acudir a la ITV tanto al colocarlas como al retirarlas, para que los revisores certifiquen que el estado del vehículo es correcto para la circulación.
¿Qué pasa entonces con los neumáticos equivalentes? Este tipo de ruedas están ya homologadas y son aquellas que pueden sustituir a los neumáticos oficiales recomendados por el fabricante. Sus dimensiones son similares a las recomendadas para el vehículo y su uso es común en modelos con ruedas grandes o con medidas poco comunes.
Según la OCU, utilizar este tipo de neumáticos es completamente legal y, al estar ya homologados, no habrá problema alguno para superar las pruebas de la Inspección Técnica de Vehículos. Sin embargo, para que no sea necesario acudir a homologar los neumáticos, estos habrán de cumplir una serie de requisitos:
Estos consejos son válidos tanto para automóviles como motocicletas o ciclomotores, siendo estos dos vehículos los que más pecan de utilizar neumáticos adecuados. Por otro lado, en el caso de optar por ruedas no equivalentes, hay que recordar los pasos anteriores y acudir cuanto antes a la ITV para, entonces sí, homologar los nuevos neumáticos.
Source: Coches