La velocidad de circulación ha sido uno de los aspectos que más se ha regulado durante estos últimos años, ya que es un factor que incide directamente en la mortalidad en carretera. Primero se rebajó, en 2019, el límite de circulación en carreteras convencionales a los 90 kilómetros por hora siempre que no existiera una separación física entre ambos sentidos de circulación.
El pasado mes de noviembre, desde la Dirección General de Tráfico se anunció otro paquete de medidas que reformaban, entre otros aspectos, la Ley de Tráfico. Y uno de los cambios estaba relacionado con los límites de velocidad permitidos en adelantamientos.
En las carreteras españolas está permitido, hasta el próximo mes de mayo cuando se hagan efectivos estos cambios, superar la velocidad máxima permitida en 20 kilómetros por hora si se efectúa un adelantamiento. Esta permisión ha sido, por el momento, útil en las carreteras convencionales a la hora de adelantar vehículos que circulan por debajo de la velocidad permitida (como los camiones, cuyo máximo es 80 km/h).
Sin embargo, ¿por qué se ha tomado la decisión de suprimirla? Según se explicó desde la propia DGT, las carreteras convencionales son el escenario del 80% de los accidentes de tráfico y está permisividad en superar en 20 km/h la velocidad máxima para adelantar «incita a superar los límites» en la circulación.
Otro argumento que ofreció el director de la DGT Pere Navarro para sostener el cambio es que esta flexibilidad del límite de velocidad en los adelantamientos solo existe en España y no en el resto de Europa.
Pese a que, tras un primer vistazo, la medida pueda parecer acertada para mantener a raya los accidentes de tráfico en carreteras convencionales, varias voces del mundo de la automoción se han manifestado en contra.
Desde asociaciones como Mutua Motera o la plataforma de Motoristas por la Seguridad Vial han explicado que, al reducir la velocidad permitida en este tipo de vías, en las que hay que invadir el carril del sentido contrario para adelantar, se pone más en riesgo la seguridad vial de los tres agentes implicados: el que adelanta, el adelantado y el vehículo que viene de frente.
La opción de ir en fila tras un vehículo pesado, que circulará a máximo 80 kilómetros por hora y que parece ser la única solución, tampoco convence a estas asociaciones, que alegan un aumento de las colisiones frontales en caso de optar por esta medida.
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados Mario Arnaldo, en múltiples declaraciones en medios de comunicación, ha sentenciado que el adelantamiento en las carreteras convencionales es una de las maniobras más peligrosas y que debe hacerse en el menor tiempo posible, por lo que si el límite se retira aumentará el riesgo al aumentar el tiempo del adelantamiento.
Source: Coches