Las facultades físicas y mentales del conductor son uno de los elementos que más intervienen en la seguridad vial e inclinan la balanza hacia una conducción sin riesgos o hacia un aumento de la siniestralidad en carretera. El llamado factor humano es, pues, determinante en muchos sentidos para reducir los accidentes de tráfico.
De entre muchos fenómenos y situaciones que pueden mermar las facultades necesarias para conducir se pueden encontrar la fatiga, los medicamentos, los procesos alérgicos e incluso el estrés. Y, obviamente, en los tiempos que corren, la Covid-19, sus síntomas y sobre todo sus secuelas también se encuentran entre estos elementos que alteran la capacidad física y psicológica del conductor.
Las repercusiones de esta pandemia al volante no solo están ligadas a haber padecido la enfermedad, ya que el confinamiento y el estrés pueden pasar factura igualmente. Sin embargo, aquellos que la hayan sufrido deben estar atentos a las secuelas habituales de la Covid-19 si van a ponerse al volante.
Algunas de las secuelas que deja el coronavirus en quienes lo han sufrido y que interfieren al volante, tal y como alerta la Dirección General de Tráfico, son:
Source: Coches