El clima en verano no es todo sol y calor. Durante estos días se han podido registrar fuertes lluvias e incluso granizadas violentas que han afectado diversas zonas y provocado daños materiales, riadas e incluso el rescate de algún conductor atrapado en su coche.
Este tipo de fenómenos meteorológicos convierten en peligrosas acciones cotidianas y rutinarias como, por ejemplo, la conducción. Y es que no es lo mismo que te ‘pille’ al volante una llovizna convencional que una tormenta de verano o una granizada.
El agua suele provocar que el firme de la carretera sea más resbaladizo y las precipitaciones fuertes afectan a la visibilidad durante la conducción. El factor granizo, además, puede asustar o motivar inseguridad al volante, sobre todo por el ruido del hielo al golpear el vehículo.
Si una granizada o una fuerte tormenta nos sorprende en la carretera, lo primordial es mantener la calma y conducir de manera tranquila y precavida, sin tomar demasiados riesgos como, por ejemplo, adelantar.
Conducir con el vehículo en buen estado, con combustible suficiente en el depósito y los limpiaparabrisas en perfectas condiciones son tres aspectos también determinantes para superar con el éxito el granizo y la lluvia.
En lo que se refiere a los aspectos de la conducción, lo mejor será cumplir con estos cuatro consejos y centrar toda la atención al volante:
Source: Coches