En España es obligatorio circular con una póliza de seguro contratada que, al menos, cubra los daños a terceros en caso de accidente. Si en un control los agentes de tráfico detectan que no se tiene ningún tipo de cobertura, la multa a pagar puede ascender hasta los 1.500 euros.
Pero es cierto que las pólizas, a veces, cuestan demasiado y no cubren todo lo que deberían. Es habitual llevarse una sorpresa, en caso de siniestro, tras confirmar que nuestro seguro no se responsabiliza de algunos desperfectos.
Y no solo eso: muchas veces, los contratos se renuevan de forma automática, o suben de precio o recortan en coberturas. Por eso es muy importante, tanto a la hora de contratar una nueva póliza como de renovar, informarse y contar con un profesional con nos asesore antes de elegir algo que, quizás, no nos convenga.
Para evitar algunas prácticas abusivas por parte de las empresas aseguradoras y saber detectar actitudes engañosas, la Organización de Consumidores ha publicado el siguiente decálogo:
Source: Coches