Es normal pasar por el taller con el coche de vez en cuando, pero lo que no es lógico es adquirir un coche nuevo y, a los dos días (como quien dice), tener que acudir al mecánico. Puede ser que el coche que acabas de comprarte y que has estrenado tan contento sufra un defecto de fábrica. ¿Qué hay que hacer en ese caso?
Lo primero es distinguir entre los grandes defectos masivos, que han obligado a los fabricantes a llamar a revisiones multitudinarias, y los defectos excepcionales, que afectan a un número muy bajo de conductores. Cuando el problema que presenta nuestro vehículo se engloba en el primer caso, es más fácil ejercer presión ya que afecta a un gran colectivo; mientras que en el segundo supuesto, es más difícil al ser un número de afectados menor.
El siguiente paso es conocer los derechos y las coberturas que tiene cada propietario que adquiere un coche nuevo en un concesionario oficial y reglado. Según la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA), los coches nuevos cuentan con una garantía de dos años durante los cuales el fabricante está obligado a reparar todas las averías.
Aun así, hay que tener en cuenta la antigüedad del coche: : si el vehículo falla o sufre daños mecánicos durante los seis primeros meses después de su compra, se sobreentiende que el fallo se debe a un defecto de fábrica y será el fabricante el que deba demostrar que no lo es para evitar hacerse cargo de la avería. Y a la inversa sucede si han pasado más de seis meses, será el propietario el que deberá demostrar que las averías son de fábrica.
Se puede, pero es un proceso muy largo y complicado. Normalmente, el fabricante o el vendedor se hacen responsables de las averías mientras dure la cobertura de dos años, pero hay una serie de pasos a seguir para conseguir una reclamación fructífera y beneficiosa para el dueño del coche.
Lo principal es contactar con el vendedor, no el fabricante, y poner una reclamación por escrito. En el caso en el que este la acepte, se hará cargo de las reparaciones pero no propondrá, de primeras, la devolución del dinero ni la sustitución del coche. Este se debe al elevado precio de los vehículos y a los costes a los que se enfrenta cada concesionario por la matriculación de las nuevas unidades.
De todas formas, si la avería es importante y el vendedor no consigue solucionarla, con la ley en la mano podrás solicitar la rescisión del contrato de compra del coche o incluso solicitar una rebaja en el precio. Si lo que quieres es un vehículo nuevo para sustituir al averiado, ir por la vía civil y poner una demanda es un proceso largo y costoso, pero si un juez te da la razón conseguirás lo que querías.
Source: Coches