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- Son sistemas que avisan, pero no multan, de que el conductor está circulando a una velocidad superior a la permitida.
- Estas son las multas si te pilla un radar de velocidad.
- ¿Es legal avisar de la posición de un radar?
Conducir a una velocidad superior a la permitida es una de las infracciones más comunes en las carreteras españolas.
España cuenta con más de 1.300 dispositivos que velan por la seguridad en la carretera. Radares de tramo, fijos, móviles, en cascada, Pegasus, drones… cada vez se suman más dispositivos con el objetivo de denunciar a aquellos conductores que infrinjan la normativa de tráfico y seguridad vial.
Cada país cuenta con diferentes sistemas para controlar la velocidad. Los radares pedagógicos son una de las ultimas incorporaciones en Francia.
¿Qué son y cómo funcionan?
Los llamados radares pedagógicos son sistemas que controlan la velocidad, pero a diferencia de los radares normales, estos no multan, solo avisan al conductor de que está circulando a una velocidad superior a la permitida.
Tal y como informan en la revista ‘Tráfico y Seguridad Vial’ publicada por la DGT, algunas carreteras de Francia (autopista A-10, dirección Poitiers y Burdeos) disponen de este tipo de sistemas que consisten en que cuando el conductor circula por encima del límite de velocidad, aparece el número de matrícula en alguno de los paneles situados en la carretera con el mensaje ‘Demasiado rápido’. Una medida que no sanciona, pero sí advierte de que se está cometiendo una infracción.
Por otro lado, también se está ensayando en el país vecino con los radares Mesta Fusion 2 o super-radares. Este tipo de velocímetros son capaces de detectar diferentes tipos de infracciones como, adelantamientos indebidos, exceso de velocidad y uso del teléfono móvil, entre otros.
Además de estos nuevos sistemas, en la capital francesa también están probando con 40 radares acústicos para combatir el elevado ruido que producen los coches en las ciudades. Esta medida también ha comenzado a utilizarse en otras ciudades europeas como Suiza. El ruido provocado por el tráfico es el segundo mayor impacto medioambiental por detrás de la contaminación del aire.
Source: Coches