En España, la Dirección General de Tráfico implantó hace unos años las ITV móviles. Tal y como su propio nombre indica, esta denominación pertenece a los diferentes controles en carretera realizados por las autoridades con el fin de verificar que los vehículos circulan correctamente y no se han convertido, con el paso del tiempo, en un auténtico peligro para el propio conductor y el resto de usuarios de la vía.
¿Qué tipo de vehículos pasan las ITV móviles?
Los agentes de Tráfico, con tal de garantizar la seguridad en carretera, realizarán estos controles a todo tipo de vehículos aleatorios o que sean sospechosos de tener cualquier tipo de fallo en su sistema, es decir, a los conocidos turismos, camiones, furgonetas, o motocicletas, entre otros.
Por otro lado, es importante destacar que las autoridades, en el momento de realizar el control, no cuentan con los mismos medios y herramientas que sí poseen los centros especializados, en este caso las estaciones de ITV, y solo comprobarán ciertos elementos.
Sin embargo, y si las autoridades creen que alguna pieza del vehículo no funciona correctamente o el propio automóvil podría ser un peligro para la circulación, los agentes de la Guardia Civil procederán a detener el vehículo y acompañar al conductor en cuestión hasta la ITV más cercana para esclarecer la situación.
¿Cómo son la ITV móviles?
A continuación, os detallaremos paso a paso cómo los agentes realizan la Inspección Técnica de Vehículos en carretera. En primer lugar, iniciarán con una simple verificación de la documentación del automóvil. Si todo está correcto, posteriormente comprobarán que el conductor y el resto de sus acompañantes (si va acompañado) están utilizando el cinturón de seguridad y cumpliendo la normativa de circulación.
Después de realizar las ya citadas comprobaciones y confirmar que todo está en perfecto estado, se procederá a la realización de una inspección técnica realizada en unidades móviles. ¿Qué se comprueba? Pues bien, tal y como sucede en las estaciones de ITV, los agentes revisarán el peso, los gases, la suspensión, la frenada, calibración de los faros o la dirección del vehículo, entre otros aspectos.
¿Qué ocurre si no conseguimos el ‘OK’ de las autoridades? Lógicamente, estos conductores podrían ser sancionados con multas de hasta 200 euros e incluso la inmovilización completa del vehículo. Todo dependerá de la gravedad de la situación.
Source: Coches