Hace un viaje por alguna carretera de España es todo un desafío. Los conductores siempre prefieren hacer un recorrido por las autopistas o autovías. Y es que las nacionales o convencionales pueden ser mucho más complejas. Lo cierto es que en todo el territorio encontramos vías tan diversas: con una infinidad de curvas, las que son muy estrechas y debemos ir con especial cuidado, las que circulan por Parques Nacionales o las que ofrecen unas vistas únicas.
Entre todas esas carreteras, una de las más bonitas se encuentra en el norte. Se trata de la Autovía del Cantábrico, también conocida como la A-8 que ofrece un recorrido por toda la cornisa cantábrica. De hecho, va desde Vizcaya (Bilbao) hasta Baamonde (Lugo). Circulando por ella podemos disfrutar de unas vistas increíbles. Y es que en algunos tramos, podemos tener a un lado el mar y al otro la montaña.
Así es la Autovía del Cantábrico (A-8)
La A-8 hace un recorrido perfecto por diferentes zonas del norte. En total, son 470 kilómetros de vía en doble sentido que está construida de forma paralela a la costa. También cruza diferentes ríos conocidos como, por ejemplo, el Sella, la ría de Villaviciosa, la de Ribadeo o del Eo, es decir, la frontera natural entre Asturias y Galicia. Esto hace que las vistas desde nuestro vehículo sean espectaculares.
En la ruta por esta carretera se pueden visitar algunos pueblo marineros preciosos como Castro Urdiales, Llanes, Tapia de Casariego, Ribadeo o San Vicente de la Barquera, entre muchas otras opciones. Además, descubriremos playas tan impresionantes como la de Laredo, otras que aparecen y desaparecen como, por ejemplo, la de Gulpiyri, otras que son perfectas para practicar surf, como la Rodiles.
Estas vistas al mar, como hemos dicho anteriormente, se acompañan con unas a las montañas. Concretamente, en la Autovía del Cantábrico podemos ver los Picos de Europa, que están presentes en una buena parte del trayecto.
Source: Coches