Cumplir a rajatabla los límites de velocidad establecidos en toda la red de carreteras de España es uno de los factores más importantes a la hora de circular con el coche. Pero la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que es igual de capital frenar a tiempo para evitar un accidente con otros vehículos que estén en la vía. El organismo avisa a los conductores que la distancia de detención es uno de los elementos capitales para poder mantener la Seguridad Vial.
El organismo, a través de sus redes sociales, ha recordado la importancia de esta variable y cuáles pueden ser las causas de que se alargue en exceso, lo que a su vez supone un grave peligro tanto para el propio conductor como para el resto de usuarios. Por ello, es crucial que todas las personas con carnet de conducir tengan muy en cuenta lo que es la distancia de detención, para así evitar cualquier problema mientras se circula.
La distancia de detención: reacción y frenado
La DGT define la distancia de detención como el «espacio que recorre el vehículo desde que el conductor ve el peligro hasta que el coche se detiene por completo», o lo que es lo mismo, la suma de la distancia de reacción y la distancia de frenado. La primera de ellas va desde que se advierte la amenaza hasta que se pisa el pedal del freno, mientras que la segunda comprende el tiempo desde que se acciona hasta que se para el automóvil, como afirma la DGT en una infografía.
En cuanto a la distancia de reacción, el tiempo varía en función de la velocidad: por ejemplo, a 30 km/h, el coche recorre más de ocho metros en lo que se tarda en pisar el freno, mientras que a 120 km/h ese espacio aumenta hasta los 33 metros. También depende de factores intrínsecos al conductor, como el consumo de medicamentos, drogas y alcohol, la fatiga o las distracciones: si se está cansado, el intervalo espacial aumenta 66 metros, mientras si se usa el móvil lo hace en 433 metros.
Respecto a la distancia de frenado, algo fundamental son los propios elementos del vehículo, ya que dependiendo de su condición y de si se han mantenido adecuadamente, cumplirán su función de mejor o peor manera. La DGT pone de ejemplo el estado de los neumáticos, de los frenos e incluso los amortiguadores, unas piezas muy importantes para que el coche pueda frenar correctamente.
De esta manera, es capital estar totalmente concentrado mientras se está al volante, sobre todo si se circula por carreteras con un gran flujo de tráfico. Además, también es fundamental realizar el mantenimiento del coche para que todos los procesos de frenado se llevan a cabo de manera correcta y sin ningún tipo de contratiempos.
Source: Coches
