Tras debutar en España hace tan sólo unos meses con un modelo que ha resultado ser todo un éxito en ventas como el Omoda 5 de gasolina, la firma china sorprende ahora con el nuevo Omoda 5 2025, que estará a la venta este mismo mes de octubre y que, en 20Minutos, ya hemos podido probar en su presentación nacional; así como a su hermano 100% eléctrico, el Omoda 5 EV, lanzado hace escasos días.
Este renovado SUV viene con una mecánica inedita, un interior diferente y algunos detalles estéticos y prácticos identificativos, con el objetivo de mejorar un producto ya de base bueno, pero que necesitaba de algunos retoques para hacerse algo más al gusto del cliente europeo. Eso sí, mantiene muchas de sus ventajas y sus atractivos originales, como un precio muy competitivo que se mantiene en el modelo renovado intacto; 27.900 euros de partida, o los 7 años o 150.000 kilómetros de garantía oficial.
Nuevo motor 1.6 turbo de 145 CV
En el apartado mecánico, el nuevo Omoda 5 2025 se ofrecerá con un propulsor de gasolina Euro6E de la misma cilindrada (1.598 cc), pero con una potencia de 145 CV (antes daba 185 CV) y un par motor de 275 Nm. Esta bajada puede resultar, a priori, una desventaja, pero su consumo oficial combinado se queda en los 7 l/100 km, y sus emisiones descienden también, lo que repercute favorablemente en el impuesto de matriculación (que se reduce un 5%), haciendo, entre otras cosas, que el PVP del vehículo, a pesar de las mejoras, no se incrementa.
Habitáculo más tecnológico e intuitivo
Dentro de su habitáculo, la firma parece haber querido hacerlo ahora más tecnológico e intuitivo, pero nosotros no estamos convencidos si el cambio ha sido a mejor. Tras el volante, ahora hay una gran pantalla digital más fina y de doble visionado (cuadro de instrumentación y pantalla central unidas), compuesta por otras dos LCD de 12,3 pulgadas cada una. Los cambios continúan con una consola central que ahora es flotante. En ella, la simplicidad y la elegancia se traducen en una única línea de botones físicos de acceso rápido (para climatización, que ya no está en el salpicadero, sino que se gestiona a través de la pantalla; y selección de modos de conducción), entre dos refinadas tapas que ocultan unos prácticos huecos portaobjetos y el soporte del teléfono móvil (antes había dos rematados con fieltro, ahora sólo uno, en plástico, aunque con carga inalámbrica por inducción (50W)). Debajo, un espacio para efectos más voluminosos y unas útiles tomas de conexión.
En cuanto al maletero, el Omoda 5 renovado cuenta ahora con un suelo mucho más versátil, con dos bandejas ajustables en diferentes alturas, para que se aproveche mucho mejor su capacidad de carga.
Cambios en el exterior
Exteriormente, en el nuevo Omoda 5 2025 destacan nuevos elementos identificativos, que van mucho más allá de lo estético. Entre otros, aparece la palabra Omoda en el centro de las ópticas traseras, se añade un apéndice aerodinámico sobre el portón, se incluyen de serie unas nuevas llantas de 18 pulgadas con baja resistencia al viento, neumáticos de la marca Kumho y hay nuevas configuraciones cromáticas de carrocería. A esto se añade que ahora también trae de serie barras en el techo para cargar equipaje y sensores de aparcamiento más eficaces en la parrilla delantera. Además, los acentos en color rojo que antes eran de serie, pasan a ser ahora un opcional, pues no todo el mundo era ‘fan’ de estas piezas coloreadas.
Acabado de acceso más completo
El acabado de acceso (Comfort) sube un escalón y se aproxima más que nunca al acabado tope de gama (Premium), aunque ambos mantienen sus precios. De hecho, el primero también viene ahora de serie con espejo retrovisor central dotado de interfaz USB para instalación de DVR (grabador de video digital), asistente automático de cambio de luces largas a luz de cruce, sensor de lluvia con ajuste automático de velocidad, toma USB y USB-C para las plazas traseras e interior del habitáculo en negro.
Nos ponemos al volante
En la presentación nacional del producto, tuvimos la oportunidad de ponernos a los mandos de los dos modelos; tanto del gasolina como del 100% eléctrico Omoda 5 EV. Lo que sacamos en claro en el poco tiempo que tuvimos para probarlos fueron varias cosas. La primera de ellas es que el producto está realmente bien afinado en cuanto a dinámica, con una suspensión tirando más hacia el lado deportivo y firme, cosa que nos agradó y sorprendió bastante, pues en tramos de curvas reviradas, el coche, incluso en su variante eléctrica (que pesa más), se comportó de una manera excelente y transmitió todo lo que nos encontrábamos en el asfalto.
También nos gustó la calidad general percibida en el producto, tanto en el cuidado diseño exterior como en su interior, con materiales agradables al tacto, buenos remates y ajustes, funcionalidades interesantes, pantallas con buena respuesta.
Como crítica constructiva podríamos aportar que no nos convenció ni el tacto de la dirección; demasiado artificial y sin transmitir de manera correcta lo que haces con el volante y lo que te dice la carretera; y tampoco el hecho de que las cámaras y sensores de aparcamiento se activen de manera constante en el tráfico lento por ciudad, pueblos o entornos urbanos como aparcamientos, etc. Esto puede parecer una tontería, pero no está bien planteado que lleves el navegador (en nuestro caso Google Maps a través de Apple CarPlay), y esté constantemente apareciendo una pantalla con las cámaras en lugar del navegador, retirándote la vista del mapa e impidiéndote saber por qué calle tienes que girar, pues lo hace a velocidades no tan bajas y sin un objeto realmente cera. Hablamos de que en el tráfico de Madrid se conectaban de manera casi ininterrumpida por los coches de nuestro alrededor.
Precisaría de un ajuste para calibrar la cercanía a la que se conecten. Es muy intrusivo y puede hacer que te equivoques de ruta con facilidad si vas siguiendo las indicaciones de un navegador o que, por el contrario, tengas que andar tocando la pantalla cada dos por tres para quitar las cámaras; cosa que tampoco deberías hacer conduciendo.
Source: Coches