Lun. Nov 18th, 2024

La nueva Ley de Bienestar Animal impulsada desde el Gobierno central entro en vigor en España a finales del mes de septiembre, y con la nueva normativa han cambiado algunos aspectos a la hora de llevar en el coche a las mascotas. Independientemente de que se tenga un coche mejor preparado para transportarla o no, hay que cumplir una serie de criterios cuando se viaja con un perro, gato u otro animal de compañía.

Con esta nueva legislación sobre los animales, materia para la que la DGT también está tomando medidas, hay ciertos puntos de obligado cumplimiento, como la documentación del animal o las especies prohibidas que, obviamente, también afectan al transporte de las mismas. Pero en lo relativo exclusivamente a los trayectos en coche, se deben tener en cuenta varios aspectos introducidos en la ley que pueden acarrear una cuantiosa multa si no se llevan a cabo correctamente.

Los animales tienen que tener espacio suficiente

Uno de los puntos de esta normativa indica que las mascotas que viajen en el coche deberán tener el suficiente sitio para que el animal pueda cumplir con sus necesidades fisiológicas, además de tener evitar a toda costa que se concentren muchos animales en un espacio relativamente pequeño. En el caso de que lleve un transportín, hay que evitar que se produzcan lesiones, ya sea por la calidad del propio habitáculo o por el tamaño del mismo.

Además, el conductor debe garantizar ciertas medidas básicas a los animales con los que viaje: el coche debe contar con un sistema de ventilación y climatización para que el calor o el frío no afecte sobremanera a la mascota, y también se deben realizar paradas de descanso periódicas para que pueda descansar. Por último, como es obvio, debe contar con suficiente agua y comida para atender todas sus necesidades, todo ello teniendo en cuenta el tamaño y la raza.

Si no eres el dueño, hay que llevar un justificante

Si por cualquier circunstancia, la mascota tiene que viajar con una persona que no es su dueña, quien está a cargo deberá llevar una documentación en la que se acredite que se hace responsable. En el caso de que sí viaje con su propietario, el coche deberá estar adaptado para al transporte del animal y con los sistemas correspondientes integrados.

El más seguro de todos los métodos para sujetar con firmeza al animal en el coche es la rejilla divisoria que separe el habitáculo donde viajan los pasajeros del maletero, o si no se desea instalar ese dispositivo, se debe llevar al perro con transportín en el portaequipaje.

Si no se puede llevar en la parte de atrás al perro, gato u otro tipo de mascota, hay que tener en cuenta su tamaño: si es grande, lo ideal es llevarlo en los asientos traseros sujetos con el cinturón de seguridad y en sentido transversal, pero si son más pequeños se pueden llevar detrás de los asientos delanteros. Eso sí, nunca puede ir suelto por el vehículo.

Las posibles multas ascienden hasta 200.000 euros

Hay tres tipos de sanciones que se pueden aplicar por un mal transporte de animales: las leves, en las que no se producen lesiones ni una alteración del comportamiento en la mascota, que pueden ir de los 500 a los 1.000 euros; las infracciones graves, en las que sufre lesiones y secuelas permanentes o graves, que van de los 10.001 a los 50.000 euros, y, por último, las muy graves, en las que el animal ha fallecido, y que pueden ascender hasta los 200.000 euros.


Source: Coches

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por admin