Lun. Nov 18th, 2024

Los frenos son el sistema de seguridad activa más importante en un vehículo. Trabajan de manera coordinada con los neumáticos y la suspensión y gracias a avances de la tecnología que acompañan a los conductores desde hace décadas, como el ABS, salvan vidas. Para revisar la salud de los frenos no basta con echar un vistazo al estado de las pastillas: es necesario mirar más a fondo y prestar atención a otros elementos.

Además, revisar de manera periódica todo el sistema de frenado de un coche no solo contribuye a circular con seguridad, sino que ayuda a ahorrar dinero. Desde Euromaster recuerdan que de no revisar las cuatro piezas principales del sistema de frenos de un vehículo se pueden acabar provocando averías de más de 1.500 euros.

Para evitar tener que hacer frente a este susto para el bolsillo, más allá de a un susto en carretera, Euromaster recopila los cuatro elementos de tus frenos a los que tendrás que dedicarles un cuidado especial y que deberás sustituir en cuanto muestren síntomas de desgaste.

La importancia del líquido de frenos: cuándo cambiarlo

El líquido de frenos es un elemento que, aunque a veces pase inadvertido, acaba siendo primordial para el buen funcionamiento de los frenos. Este líquido absorbe humedad y sus propiedades específicas protegen las partes metálicas que lubrica de la oxidación, así como también cuida de las partes de caucho y de goma por las que circula.

Para reducir los riesgos de circular con un líquido de frenos en mal estado, es recomendable purgarlo. Esta operación cuesta entre 30 y 60 euros en una moto y entre 40 y 80 euros en un coche y gracias a ella nos aseguramos de que todo el circuito reciba de manera correcta este líquido sin la presencia del oxígeno, evitando así la oxidación y una avería que provoque cambiar todo el cuerpo del ABS, lo que costará más de 1.500 euros.

Cuándo cambiar los discos y pastillas de freno

El segundo componente del sistema de frenado que conviene vigilar son las pastillas, revisándolas periódicamente. El precio de su sustitución si están en mal estado oscila entre los 80 y los 150 euros. Las consecuencias de no cambiar a tiempo las pastillas acabarán dañando los discos de freno, el tercer componente principal en este sistema, que nos costará cambiar entre 200 y 350 euros por eje. Los discos también deben revisarse de manera periódica.

La cuarta pieza que también hay que vigilar y que muchos conductores desconocen son los latiguillos. Estas piezas son muy sencillas de revisar y de sustituir, costando esta operación entre 30 y 70 euros. Sin embargo, si un latiguillo se rompe el vehículo perderá el líquido de frenos, algo que puede tener consecuencias muy graves ya que el vehículo quedará sin frenos y, por lo tanto, sin capacidad de frenar durante la marcha. Hay que revisarlas al menos una vez al año, comprobando que no tengan grietas ni fisuras, ante lo que deberemos cambiarlos de inmediato.

Al mínimo síntoma de posible fallo en el sistema de frenado (como un pedal del freno con tacto esponjoso, sonidos o chirridos metálicos al frenar…), la opción más inteligente y recomendada es llevar el vehículo al taller donde un profesional cualificado puede detectar el posible problema. Así evitaremos cualquier tipo de susto, desde económicos hasta en carretera.


Source: Coches

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por admin