El tráfico produce el 80% del ruido ambiental que se sufre en las ciudades y que, aunque no nos demos cuenta, afecta a diario a nuestra salud, según las advertencias de la OMS, que fija los límites entre los 55 decibelios nocturnos y los 65 diurnos. Pese a estos avisos, la mayoría de los usuarios de vehículos a motor, además de ciudadanos en general, desconoce estos efectos.
Siete de cada diez moteros ignoran que existe una normativa que afecta a los niveles de ruido que pueden emitir las motos al circular, según la información que maneja la compañía de seguros AMV. La consecuencia más aparente de esta ignorancia es acabar recibiendo una multa de tráfico que podría llegar a los 600 euros de sanción.
Multas de hasta 600 euros por hacer ruido con la moto
El ruido que emite el tubo de escape de una moto al circular debe estar limitado y seguir lo especificado por el artículo 7 del Reglamento General de Circulación, que trata sobre la emisión de perturbaciones y contaminantes. Cuando un agente de tráfico detecte un exceso de ruido de una moto y exija realizar la prueba correspondiente para medirlo, el propietario del vehículo no podrá negarse.
Las sanciones están entre los 200 y los 600 euros, a veces dependiendo de las ordenanzas municipales, y los agentes de tráfico podrían llegar a inmovilizar el vehículo si así lo consideran.
Cuál es el límite de ruido que puede hacer una moto
El artículo 7 prohíbe así que los vehículos a motor con niveles de ruido superiores a los «límites establecidos por las normas específicamente reguladoras de la materia» circulen por vías o terrenos objeto del reglamento. Igualmente, están prohibidos los llamados escapes libres en las vías públicas urbanas e interurbanas.
El Reglamento, sin embargo, no especifica cuáles son los límites de ruido impuestos. Estos se calculan sumando cuatro decibelios a los límites de ruidos recogidos en la ficha de la moto, según señalan desde AMV. Según los niveles de emisión sonora máximos emitidos por una moto o ciclomotor, el límite está fijado en los 91 decibelios por norma general.
Pese a este límite genérico, es aconsejable conocer siempre la normativa municipal de la ciudad por la que circulemos, ya que es posible que estos máximos cambien y que, sin saberlo, estemos cometiendo una infracción por la que podamos ser multados.
Source: Coches