Vie. Nov 15th, 2024

Durante un viaje largo en coche debemos de tener en cuenta ciertos factores para que el recorrido sea lo más cómodo posible. Lo primero de todo es, por supuesto, revisar el estado del vehículo, prestando especial atención a los neumáticos, frenos, aceite y limpiaparabrisas.

Después, hay que programar la ruta con antelación y tener en cuenta que es aconsejable parar cada, al menos, dos horas de circulación. Obviamente hay que llevar agua en el habitáculo, ya que es importante mantenerse bien hidratado, y también algún snack. Lo mejor será contar con la ayuda de un buen copiloto que nos vaya facilitando lo que necesitemos y que se encargue de, por ejemplo, manipular el GPS.

Otra función importante del copiloto y otro detalle que no puede faltar en nuestro viaje es, por supuesto, la música. La radio, nuestra plataforma de reproducción favorita a través de la conexión bluetooth del coche… Sea cual sea nuestra fuente, nunca hay que menospreciar el valor de una buena lista de música.

De hecho, hay varios estudios que confirman que el ritmo de la música que escuchamos afecta nuestro ritmo cardíaco y nuestra actividad cerebral, parámetros que también variarán dependiendo del estilo de música que suene en nuestro coche.

Un estudio de la Universidad St. John’s de Newfoundland (Canadá) concluyó que las personas que escuchan música con ritmos más acelerados y con el sonido más alto tienen un 20% más de riesgo de sufrir un accidente de tráfico: si el ritmo de la canción es rápido, el conductor tiende a pisar más el acelerador y viceversa.

Qué música es mejor para conducir

Así pues, los peores estilos de música para conducir son el rock, el pop-rock y el jazz. Los dos primeros tienden a despertar más agresividad en los conductores, mientras que el segundo llama demasiado la atención del conductor, impidiéndole estar totalmente concentrado en la carretera. Tampoco es aconsejable escuchar rap o heavy metal.

En el polo inverso encontramos la música pop o clásica como los dos estilos más idóneos para conducir. La música pop es repetitiva y es fácil aprender la letra, por lo que no despista tanto ni requiere tanta atención. Además, en ambos estilos, el ritmo está dentro de los latidos medios del corazón, por lo que tampoco acelera el estado de ánimo de la persona al volante.

Por último, hay que tener en cuenta que es necesario adecuar la música al tipo de vía por la que conducimos. Así, en autopista o autovía lo mejor es escuchar música estimulante o podcast que nos entretengan para evitar la monotonía. En zonas urbanas, mejor reducir los ruidos para poder escuchar el tráfico de nuestro entorno y, en los atascos, algo que reduzca el nerviosismo.


Source: Coches

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por admin