Vie. Dic 27th, 2024

Malas noticias para miles de coches diesel adquiridos a partir de 2015 en España. La OCU alerta de fallos de diseño en el depósito de Adblue, presente en las marcas Citroën y Peugeot, que les obliga a afrontar costosas reparaciones para poder usar su vehículo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, este conocido sistema para reducir las emisiones, presenta un fallo generalizado que afecta al normal funcionamiento del coche.

Normalmente, la solución pasa por la sustitución del depósito de Adblue que, en algunos casos, puede llegar a costar hasta 2.000 euros. Para ser más exactos, el problema es un defecto de fábrica que se ve reflejado en uno o varios competentes que se encuentran localizado en el tanque de vehículos con motores diésel PSA, cuya función contribuye a reducir las emisiones de gases contaminantes integrados en el vehículo, según los datos recogidos en la página web de la OCU.

Para resolver esta incidencia, este organismo público sin ánimo de lucro denunció a Citroën ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid, al tiempo que avisaba a las autoridades europeas de la red CPC (Cooperación para la Protección del Consumidor) por considerar que el fabricante ha incurrido en una práctica comercial desleal, contraria a los derechos de los consumidores, a quienes ha ocultado información.

Qué hacer si mi coche diesel está afectado por este fallo en el motor

En el caso de que su vehículo haya sido uno de los perjudicados por el fallo en el motor de su coche Citroën C3, C4 o un Peugeot diésel comprados después de 2015, la OCU lanza la campaña «Fallo Adblue: enemigo del motor» en la que se aboga porque el Sistema Adblue defectuoso de los coches afectados o bien sea sustituido sin coste adicional para el usuario, o bien, se reembolse el dinero pagado a los conductores que han reparado el coche a su cargo, pagando una cuantía de entre 800 y 1.200 euros.

Las averías por despiste más comunes en un coche diesel

No cabe duda de que un buen mantenimiento de un vehículo, ya sea diesel o gasolina, garantiza poder reducir el número de averías. Este es el caso, por poner ejemplo, de no prestar atención a los testigos del coche, equivocarnos a la hora de poner el combustible cambiando la gasolina por el diésel u olvidarnos de mirar el estado del aceite son solamente algunos fallos que pueden implicar una grave avería en el coche, a corto o largo plazo.

El nivel de aceite regularmente es vital para evitar un desgaste prematuro del motor y una posible avería. De la misma manera, conviene cambiarlo completamente cada año o cada 15.000 kilómetros o, si no, cada dos años o 30.000 kilómetros, tal y como advierten desde RACE. Lo mismo ocurre con la presión de los neumáticos.

Si los neumáticos no tienen la presión adecuada, se desgastarán más rápidamente y aumentará el consumo de combustible. En este sentido, la principal avería que podría producirse es que la rueda se desinfle o llegue al pinchazo en el peor de los casos, con lo que todo esto implica. Además, en más de una ocasión, el estilo de conducción es clave, tanto para el consumo de combustible, como para evitar averías. Sin ir más lejos, hacer uso abusivo del freno motor o circular en punto muerto incrementa el uso de carburante, además de ocasionar fallos en poleas y tensores de correas.


Source: Coches

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por admin