Sáb. Nov 16th, 2024

El Grand Cherokee de Jeep es de los pocos todoterrenos con pedigrí que quedan en el mercado, por mucho que ahora esté catalogado como un SUV y se haya “suavizado” el concepto original. Lanzado por primera vez en Europa en 1993, la quinta generación lleva ya un tiempo a la venta en Estados Unidos, pero ahora llega al Viejo Continente únicamente en versión híbrida enchufable 4xe, la más avanzada, eficiente y sostenible de su historia.

La imagen de este modelo de 4,91 metros largo, 1,96 de ancho y 1,79 de alto no esconde nada, y menos su procedencia Jeep al más puro estilo americano, y ello se plasma en la robustez de las formas y, cómo no, en la parrilla de siete secciones.

Visto lateralmente destacan los particulares pasos de rueda en ángulo, un guiño a modelos pasados, mientras que la trasera presenta unas formas elegantes y estilizadas, con unos faros bastante finos que contribuyen a tal efecto.

Como modelo prémium que es, el interior ofrece un calidad muy elevada tanto en materiales como en terminación. Esto se une a una profunda digitalización, que principalmente recae en el cuadro de instrumentos configurable de 10,2 pulgadas y en la pantalla de 10,1 del sistema multimedia Uconnect, cuyo software se ha mejorado y es ahora cinco veces más rápido que el anterior. Por si esto fuera poco, la versión más equipada puede contar con una tercera pantalla en el lado del copiloto, que funciona de manera autónoma respecto al sistema multimedia.

Merced a los casi 3 metros de distancia entre ejes, el habitáculo ofrece un enorme espacio a los ocupantes en todas las cotas, y detrás hay disponible un maletero de 580 litros para viajar con todo lo necesario.

Mecánica potente y eficiente

El sistema híbrido enchufable 4xe del Grand Cherokee está compuesto por un motor turbo de cuatro cilindros y dos litros de cubicaje que rinde de partida 272 caballos de potencia, pero se complementa con dos motores eléctricos de alto voltaje para ofrecer una potencia final de 380 caballos, con un enorme par de 637 Nm que garantiza el empuje necesario en todas las condiciones.

La batería asociada al sistema tiene una capacidad de 17,3 kWh, lo que permite a este enorme modelo de Jeep, cuyo peso llega casi a las 2 toneladas y media, recorrer 48 km en modo eléctrico (ciclo WLTP combinado). La energía se puede recuperar con el trabajo del motor térmico y la dinámica de conducción, pero también por medio de un enchufe, para lo que solo necesita 3 horas en un punto de 7,4 kW de potencia.

Además, todos los Grand Cherokee cuentan con cambio automático de ocho velocidades y se apoyan en sistemas de tracción total muy evolucionados como son los Quadra-Trac y Quadra-Drive II con diferencial trasero autoblocante.

Como guinda a todo este “arsenal” tecnológico encontramos la suspensión neumática Quadra-Lift con amortiguación adaptativa electrónica, la cual puede elevar la carrocería de los 200 mm estándar hasta los 275 mm y conseguir 61 cm de vadeo.

Todo lo dicho se une al sistema Selec-Terrain, que tiene cinco modos de funcionamiento: Auto, Sport (deportivo), Rock (terreno muy abrupto), Snow (nieve), Mud/Sand (barro o arena) para adecuar el reparto de par, los frenos, dirección, suspensión, acelerador, transmisión, caja de transferencia o el control de estabilidad a distintos escenarios de conducción. Por último, que no menos importante, hay que citar el eje delantero desconectable. Este sistema, novedad en el Grand Cherokee, lleva automáticamente la tracción al eje trasero cuando detecta que no son necesarias las cuatro ruedas motrices, lo que redunda en un menor gasto de combustible.

Comportamiento sobresaliente

Hemos tenido oportunidad de probar el Jeep Grand Cherokee con ocasión de la presentación internacional por los alrededores de Málaga. El sistema híbrido es sencillo y tiene tres modos de funcionamiento: el híbrido, que funciona por defecto y que combina las dos mecánicas disponibles; el eléctrico, que da prioridad al motor eléctrico impulsor mientras la batería tiene carga, y el e-Save, que utiliza el motor térmico para recargar la batería y usar la energía eléctrica cuando se necesite.

El Jeep Grand Cherokee se comporta muy bien sobre carretera. Es realmente confortable en autopista, y en zonas viradas se defiende perfectamente a pesar de su tamaño y peso con el modo Sport del sistema Selec-Terrain activado.

El motor tiene una potencia abrumadora, y como ejemplo están los 6,3 segundos que necesita este Jeep para pasar de 0 a 100 km/h.

Pero si en algo destaca este modelo, porque está en su ADN, es en su capacidad todoterreno. Para el test, Jeep había preparado un recorrido off-road de 6 kilómetros bastante exigente por una finca malagueña, pero el Grand Cherokee no reparaba en las dificultades y se abría paso con una sorprendente facilidad. Con el modo de funcionamiento eléctrico, es impresionante el silencio al rodar en estas condiciones, pues permite reparar en detalles de la conducción que un motor térmico “tapa” y además conecta más con el entorno.

La prueba prosiguió por un circuito de dificultad extrema con vadeos profundos, subidas y bajadas con ángulos de inclinación elevados y conducción sobre rocas, donde la más preparada versión Trailhawk demostró igualmente una capacidad extraordinaria.

La gama Grand Cherokee de Jeep está compuesta por las líneas Limited, Overland, Trailhawk y Summit Reserve, y el abanico de precios va de los 83.250 a los 100.250 euros, niveles que lo posicionan claramente como lo que es, un producto prémium y muy tecnológico, no lo olvidemos.

Además de lo ya mencionado, este Jeep puede montar una ingente cantidad de elementos de equipamiento, como llantas de hasta 21 pulgadas, sistema de audio McIntosh con 19 altavoces, espejo retrovisor digital, asistente de voz Alexa y más de 110 recursos relacionados con la seguridad y protección, además de los accesorios de la división de personalización de Mopar.


Source: Coches

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por admin