Sáb. Nov 16th, 2024

Los coches híbridos enchufables son un buen paso intermedio para quien quiere dar el salto a la electrificación, pero no se siente seguro por las autonomías de las baterías o por quien tiene ciertas necesidades respecto a sus trayectos. Este tipo de motorizaciones permite efectuar viajes largos en carretera sin tener que parar a recargar la batería al mismo tiempo que da la posibilidad de usar un modo eléctrico en ciudad, permitiendo ahorrar en combustible y en emisiones.

Es importante, sin embargo, saber utilizar este tipo de coches y adaptar nuestra manera de conducir para sacarle todo el partido a la hibridación, ya que de lo contrario podría acabar siendo contraproducente apostar por un coche híbrido enchufable.

Los coches híbridos enchufables cuentan con dos motores, uno eléctrico y uno de combustible, normalmente de gasolina. Las baterías tienen autonomías reducidas y entran en juego cuando seleccionamos el modo de conducción eléctrico o cuando circulamos a bajas velocidades. El motor térmico actúa a más altas velocidades o cuando ya no tenemos carga.

Debido a esta doble motorización, los híbridos enchufables son más caros que los vehículos convencionales y, además, pesan más. Debido a estas características, si no cargamos la batería y no usamos para nada el motor eléctrico, gastaremos aún más en combustible que con un motor térmico y emitiremos más emisiones. El resultado final será, por lo tanto, gastar más dinero en la compra de un coche para acabar consumiendo la misma, o aún más, cantidad de combustible fósil.

Consejos para sacar partido a un híbrido enchufable

Lo primero que hay que hacer para aprovechar al máximo un híbrido enchufable es cargar siempre la batería y aprovechar las frenadas regenerativas para que esta esté siempre cargada al máximo posible y lista para usarse.

El segundo consejo es aprovechar los trayectos en ciudad para usar el motor eléctrico. Aunque algunos coches ya usan por defecto este motor en trayectos a bajas velocidades o en el arranque, es conveniente activar el modo ECO o el modo totalmente eléctrico cuando circulamos en ciudad. Para este tipo de viajes, una batería de unos 40 kilómetros de autonomía suele ser suficiente.

Igualmente, cuando salimos a carretera, lo mejor es usar solo el motor térmico, aunque esto ya suele ser lo habitual por default. No es que no podamos circular en modo eléctrico, pero las altas velocidades consumirán la batería rápidamente, dejándola inservible para los trayectos en ciudad. Lo mejor será reservarla para los espacios urbanos, donde el frenar y el acelerar debido al tipo de tráfico consume más combustible.

Por último, hay que saber conducir de manera eficiente. Esto quiere decir que deberemos olvidarnos de dar acelerones o salir de manera agresiva en los arranques. Deberemos aprender, así mismo, a usar las inercias del coche y las frenadas regenerativas para beneficiar la carga de la batería durante la marcha y ahorrar kilómetros de autonomía.


Source: Coches

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por admin