Vie. Nov 15th, 2024

Los coches son cada vez más modernos y, además de centrarse en mejorar todos los aspectos relacionados con la seguridad vial, también tienen como objetivo hacer la vida más fácil a los conductores. Las nuevas tecnologías permiten, entre otras cosas, aparcar de manera más sencilla gracias a la incorporación de sensores, cámaras y otras funcionalidades que convierten el estacionar en una tarea sencilla.

Y es que, reconozcámoslo, no a todo el mundo se le da bien aparcar ni todos los aparcamientos son sencillos. Hay veces que la posición del resto de los vehículos y el tamaño de la plaza de aparcamiento dificultan enormemente la tarea, que se complica aún más si vamos con prisas o con un coche al que no estamos habituados.

Los asistentes al aparcamiento, que equipan la mayoría de los coches nuevos, funcionan gracias a un conjunto de sensores y cámaras ubicados en la parte delantera y trasera del coche. Además, hay algunos sistemas más avanzados que incluso dirigen el volante del vehículo para aparcar de manera autónoma, guiándose con estos mismos mecanismos.

Hay varios tipos de asistentes al aparcamiento que se pueden dividir en dos grandes grupos: los que ayudan de manera activa al aparcamiento y los que no. Así pues, estas tecnologías o bien toman el control del coche para aparcar o bien simplemente dirigen al conductor avisándole de los elementos que rodean al vehículo.

Asistentes al aparcamiento no automáticos

Existen tres tipos de asistentes al aparcamiento no automáticos, es decir, que no toman control del vehículo. Pueden estar combinados entre sí y el primero de ellos es el sonoro, que gracias a unos sensores avisa al conductor mediante sonidos cuando se va a acercando a los objetos que tiene delante y detrás.

Hay otros con luces, que muestran colores según el vehículo se acerca más o menos a los obstáculos, pasando del verde al rojo según la distancia. Por último, está el sistema con cámaras, desde una trasera hasta de 360 grados, que van mostrando lo que hay delante y detrás del coche para parcar con seguridad.

Asistentes al aparcamiento automáticos

Hay dos grandes tipos: los que son 100% automáticos y los que no. Los primeros, una vez activado el asistente, consiguen incluso detectar los huecos de aparcamiento ideales para el tamaño de nuestro coche y consiguen ejecutar la maniobra de estacionamiento de manera completamente autónoma y precisa.

Los segundos implican que el conductor accione la marcha atrás y la primera marcha para mover el coche, aunque sí que nos ayudan a escoger el estacionamiento con tamaño adecuado y nos irá indicando cuando hay que soltar el volante, siendo el propio coche quien lo mueva de manera automática para una maniobra mucho más precisa.


Source: Coches

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por admin