Para mucha gente, los viajes con al menos otra persona son más entretenidos. Llevar un copiloto significa que podemos llevar a alguien al lado que nos ayude a escoger la música de la radio, a buscar destinos en el GPS o que nos entretenga si el viaje es largo. Sin embargo, esta persona también puede acabar siendo motivo de sanción.
La DGT persigue, y mucho, las distracciones al volante. Están detrás de gran parte de los accidentes de tráfico y pueden tener consecuencias nefastas para la seguridad vial. Los copilotos se pueden convertir fácilmente en distracciones dependiendo de la actitud que tengamos con ellos durante el viaje.
Si los agentes de tráfico detectan que estamos hablando en una conversación absorbente con nuestro copiloto o cualquier otro tipo de acción similar, podrían llegar a interponernos hasta 100 euros de multa. Eso sí, si nuestras acciones van más allá, como besar o discutir acaloradamente con la persona sentada a nuestra derecha en el vehículo, la sanción puede llegar a ser de 500 euros y la pérdida de 6 puntos de carnet de conducir, ya que podríamos llegar a incurrir en conducción temeraria.
Por qué pueden multarnos si vamos con un copiloto
Este tipo de acciones al volante quedan muy a la interpretación de los agentes de tráfico. En el primer escalón de multa de tráfico estarían los gestos en contra del artículo 18 del reglamento, que especifican que el conductor debe estar es todo momento en condiciones de controlar el vehículo con ambas manos. Hablar, discutir o mantener contacto físico irían en contra de esta norma.
El siguiente escalón estaría en la conducción temeraria. Si cualquiera de estas acciones nos impide hacernos cargo del vehículo de manera que acabemos poniendo al resto de los conductores y usuarios de las vías en peligro, los agentes podrían determinar que, efectivamente, estamos incurriendo en conducción temeraria. Ciertamente, besarse con el copiloto durante la marcha podría ser perfectamente un ejemplo de ello.
Source: Coches