Hay muchas esperanzas puestas en el primer modelo eléctrico en la historia de Jeep, el Avenger, y por lo que hemos podido comprobar están totalmente justificadas. Es un producto redondo porque lo tiene todo: el sustento de una buena marca, un diseño fuerte y atractivo, una convincente mecánica eléctrica de etiqueta Cero y un formidable desempeño general.
El Avenger es un SUV de tan solo 4 metros de largo (por 1,78 de ancho y 1,53 de alto) con el que Jeep quiere captar clientela más allá de los “jeepers” de toda la vida. Aunque su vocación es urbana y tiene tracción delantera, sus cortos voladizos, los protectores inferiores y los 20 cm de altura de la carrocería al suelo permiten plantearse salidas fuera del asfalto, y la electrónica pone de su parte para hacerlo con solvencia, como luego veremos.
La estética es robusta y compacta, con siete colores a elegir para la carrocería, todos con denominaciones provenientes de la naturaleza (amarillo “solar”, rojo “volcánico”, verde “lago”…), y cuatro diseños de llanta cuyo tamaño va de las 16 a las 18 pulgadas.
El frontal presenta una parrilla de siete secciones como firma inequívoca de Jeep, aunque en este caso su función es aerodinámica en lugar de servir para refrigerar el motor. Los protectores de los bajos cubren todo el perímetro del coche, y ello, además de fortalecer la imagen, minimiza el efecto de pequeños golpes y roces en el día a día por la ciudad. La trasera, por su parte, se caracteriza por el portón del maletero, el alerón superior y una reinterpretación moderna de las originales ópticas en “X” que Jeep usa en el SUV Renegade.
Máximo aprovechamiento
El Jeep Avenger se ha desarrollado sobre la segunda generación de la plataforma eCMP para vehículos pequeños y compactos de Stellantis, y lo cierto es que se ha aprovechado al máximo para dar la mayor capacidad y espacio interior posible en un coche de tan solo 4 metros. Cuando te subes al Avenger, sin duda se nota mucho el esfuerzo, pues las plazas delanteras son amplias y las traseras sorprenden también por su espacio a nivel de las piernas, aunque no tanto en anchura, por lo que es mejor que viajen cuatro ocupantes que cinco si se busca la mayor comodidad.
El maletero, por su parte, ofrece un volumen de 380 litros, cifra que está por encima de la media del segmento. Si es necesario más, plegando los asientos se puede llegar a los 1.000 litros.
También es destacable la cantidad de huecos para portar y alojar objetos en la parte delantera, destacando el horizontal que hay en el salpicadero, otro central con portabotellas y cargador inalámbrico para smartphones y un tercer cofre en la zona posterior. Todo este “arsenal” práctico se completa con el tecnológico, en este caso repartido en dos pantallas, una para el cuadro de instrumentos configurable de 10,2 pulgadas y otra central de 7 o 10,2” dependiendo de la versión.
El sistema multimedia, como se puede esperar de un coche de última generación, está organizado por widgets y su funcionamiento es bastante sencillo e intuitivo. Como es un coche eléctrico, tiene apartados específicos para monitorizar el funcionamiento. Por otro lado, el sistema admite conexión inalámbrica con dispositivos móviles y reconocimiento vocal, y se puede actualizar sin cables mediante la tecnología over the air.
Motor muy solvente
El Jeep Avenger está impulsado por un bloque eléctrico de segunda generación que rinde 115 kW, el equivalente a 156 caballos. Stellantis lo ha empezado a montar también en otros modelos de la corporación, y lo cierto es que aporta interesantes prestaciones (este SUV acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos) y ofrece 260 Nm de par máximo. La velocidad máxima está limitada a 150 km/h. El motor, en combinación con la batería de 51 kWh útiles de capacidad, consigue además una autonomía media de aproximadamente 400 km, y el consumo homologado es de solo 15,4 kWh a los 100 km.
Nuestra toma de contacto con el Avenger se ha producido por los alrededores de Málaga con ocasión de la presentación internacional. La experiencia de conducción ha sido muy agradable, como siempre lo es conducir un coche eléctrico.
Además del silencio de marcha, el motor responde con una contundencia “suavizada” si se compara con los primeros coches eléctricos. Cierto es que el Avenger cuenta con tres modos de conducción principales, Eco, Normal y Sport, que se diferencian claramente entre sí porque en cada uno se limita la potencia y por tanto la respuesta. Para transitar fuera de carretera, de serie hay tres perfiles adicionales que adecúan la electrónica para condiciones de arena, barro o nieve (Selec Terrain Modes), convirtiéndose ello en un gran valor añadido para este modelo. Además, también cuenta con control de descenso en pendiente, otra característica propia de los modelos Jeep.
En carretera nos ha sorprendido lo ágil y aplomado que se muestra el conjunto, en parte gracias a su tamaño y los 1.500 kg de peso, pero también por un ajuste de suspensión bastante equilibrado que lo hace cómodo en todo tipo de vía. También destaca su destreza y manejabilidad por caminos, aunque la prueba sobre esta superficie no fue muy extensa.
Al finalizar todo el recorrido, eso sí, obtuvimos tan solo 16 kWh de gasto medio, una cifra próxima a la homologada y que hace viable llegar a los 400 km de autonomía.
Desde 30.500 euros con ayudas
La estructura de la gama Jeep, que ya está a la venta, se divide en cuatro acabados: Avenger (desde 37.500 euros), Longitude (desde 38.500), Altitude (desde 40.500) y el tope de gama Summit (desde 42.500). Al ser eléctrico, a cada tarifa se le pueden aplicar los hasta 7.000 euros de ayudas del plan Moves III, de modo que es posible adquirir todo un Avenger eléctrico a partir de 30.500 euros, un precio bastante interesante para un coche pequeño en tamaño, pero grande en versatilidad.
También cabe recordar que en España e Italia habrá una versión gasolina (ICE) con motor de 1,2 litros y 100 caballos, cuyo precio parte de los 23.300 euros, pero de ella hablaremos más adelante.
En relación al equipamiento, y teniendo en cuenta que elementos como el sistema de infoentretenimiento de 10,2 pulgadas, los programas Selec Terrain para conducir fuera de carretera o el control de descensos son de serie desde la versión básica, el Avenger puede contar con portón de apertura y cierre eléctrico, llantas de hasta 18 pulgadas, asientos delanteros calefactables, cámara de visión de 180º y un completo paquete de ayudas para un nivel 2 de conducción autónoma. A todo ello hay que añadir elementos de personalización provistos por Mopar, los cuales permiten decorar el Avenger de una manera casi única.
Source: Coches