Ha pasado casi una semana de la reunión sobre las normas urbanísticas de Madrid donde Javier Ortega Smith le lanzó un guante al alcalde para formar un gobierno de coalición en la próxima legislatura entre PP y Vox. Y, visto lo visto, nada ha cambiado. El portavoz de la quinta fuerza en Cibeles sigue refrendando su exigencia de entrar en el Gobierno municipal en caso de sumar mayoría absoluta con los azules tras las elecciones del 28 de mayo. A lo que el popular se resiste, convencido en que podrá ser reelegido en las urnas sin necesidad de matrimonios políticos. Pese a las diferencias, paradógicamente, la razón de sus posturas coincide: no confían el uno en el otro.
«Espero no tener que gobernar con Ortega Smith porque creo que no es fiable, que prima sus intereses particulares por encima de los de la ciudad«, ha señalado este martes el alcalde, quien además opina que los ciudadanos piden a los políticos que se sienten y negocien y el portavoz de Vox no lo ha hecho ni con los últimos presupuestos para la capital ni, tampoco, con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Madrid. «El otro día se quiso sentar con la normas urbanísticas para hacer el paripé y decir que me había hablado de una coalición, de la cual, por supuesto, no pudo decir que yo le respondiera absolutamente nada», le ha echado en cara al líder de la formación que lidera Santiago Abascal. «Uno ya tiene una edad y sabe las trampas que le quieren tender, y Ortega Smith no fue hablar de urbanismo, sino a ver si podía sacar un titular de que ‘Almeida estaría encantado de poder gobernar con él».
En estos términos replicaba el alcalde las declaraciones de este lunes de Ortega Smith, quien repitió en un coloquio organizado por Club Siglo XXI que después de las municipales exigirá al primer edil entrar en el Ejecutivo local con una representación proporcional a su peso electoral. Según dijo, demandará cogobernar porque «no se fía» del alcalde y solo así evitaría «que le tome el pelo». «Un cheque en blanco con Almeida y con el PP no lo firmaría jamás», declaró, al tiempo que reconoció que, como «gobernar» en solitario no es «realista», los dos partidos deberán «entenderse» para evitar que llegue al poder la izquierda.
Después de cuatro años de relación como socios de investidura, la desconfianza es tal que el líder de Vox quiere que el hipotético pacto de Gobierno se firme de la manera «más visible y transparente posible». A su juicio, Almeida y el PP «han demostrado hasta la saciedad que no son de fiar».
Las líneas rojas de Vox, en caso de acceder al Palacio de Cibeles, siguen siendo las mismas: bajar al máximo los impuestos municipales convirtiendo la capital en «un auténtico paraíso fiscal» y revertir la zona de bajas emisiones (ZBE) Distrito Centro (antes Madrid Central), cambiándola por un modelo de ZBE a la carta que se activaría puntualmente en las áreas donde se registren picos de contaminación.
Precisamente por su rechazo al nuevo Madrid Central, los de Ortega Smith se negaron a sentarse a negociar las Cuentas para la capital de 2023, algo que esta mañana Almeida no ha tenido reparo en volver a reprocharle. «Con apenas el 7% del voto, cuatro concejales, se ha arrogado el poder bloquear los presupuestos de la capital o las normas urbanísticas», ha subrayado el regidor para justificar su rechazo a una coalición.
«Si hay un gobierno de izquierdas, será culpa de Vox»
El dirigente popular coloca, por otro lado, la pelota de un posible gobierno de izquierdas en el tejado de Vox. «El problema después del 28 de mayo no será para el PP ni para Almeida, el problema será para Vox y Javier Ortega Smith. Si hay un gobierno en esta ciudad de izquierdas, será culpa de Vox, no del PP. El PP, todas las encuestas lo dicen, va a ser la lista más votada y con amplia diferencia», ha ahondado al respecto.
Las encuestas, de momento y no por muchos votos, le dan la razón. De acuerdo con el último sondeo conocido, el encargado por el PP a Gad3, Almeida obtendría la victoria en la urnas con el 45,1% de los votos: 28 de los 51 concejales. A uno solo de la mayoría, con lo que podría aspirar a gobernar en solitario al tener más escaños que toda la izquierda junta [Más Madrid, PSOE y Podemos]. Vox, por su parte, perdería un concejal con respecto a 2019, quedándose con tres ediles. Su apoyo no sería necesario para que el actual alcalde revalide el bastón de mando, bastando solo que no conceda sus votos a una candidatura progresista.
Source: Coches