La industria del automóvil de hoy en día vive mucho de sinergias para ganar en eficiencia empresarial y frenar costes, lo cual es un beneficio para las partes implicadas y también repercute, o al menos debería, en el precio que encuentra el cliente final.
Un ejemplo es la colaboración entre Mercedes y Renault, que ha dado como resultado en este caso tres modelos, el Clase T y el Citan para la primera, y el Kangoo para la segunda.
Hablamos de dos en Mercedes porque sobre el mismo concepto la marca de la estrella ha creado un modelo para uso profesional, que es el Citan, y otro que han catalogado como monovolumen, el Clase T.
Y es que las furgonetas adaptadas al uso no comercial son prácticamente turismos, y su capacidad y versatilidad los acercan mucho a los monovolumenes que estuvieron de moda a mediados de los 90 del siglo pasado.
El Mercedes Clase T es, por tanto, un monovolumen compacto de casi 4,5 metros que presenta una imagen “suavizada” con respecto a un vehículo comercial, es decir, sin protecciones y con los bajos del mismo color de la carrocería. También destacan las llantas de aleación multirradio, muy diferentes a las de chapa del Citan, que son de 16 pulgadas de serie y de 17 como opción.
Lógicamente, la altura de 1,8 metros lo distancia de un turismo, pero a la vez le proporciona un espacio interior que resulta aprovechable. Dispone de dos grandes puertas laterales deslizables, enormemente prácticas para acceder al interior, como también lo es el imponente portón trasero.
Por dentro es un Mercedes y se distingue como tal, y más si hablamos de la versión Progressive alta de gama, que tiene una realización perfecta en todos los detalles. Se mezclan plásticos de buena calidad y embellecedores que pueden ser de color combinados con otros en negro brillante.
Los asientos están tapizados en piel y son muy confortables, y la posición de conducción es casi la de un turismo, aunque la palanca que acciona el cambio, automático en este caso, sale de la consola central y está más elevada.
Este Clase T dispone de un cuadro de instrumentos con las esferas de aguja clásicas y una pequeña pantalla central (de 5,5”) que aglutina la información principal. A la derecha, en el centro y casi en la línea de visión, se sitúa el sistema multimedia MBUX, cuya pantalla de 7 pulgadas aglutina todas las funcionalidades necesarias de información y entretenimiento.
Todo se puede manejar desde el volante, con grupos de botones a izquierda y derecha para manejar cada una de las interfaces digitales, además del control y limitador de velocidad, el teléfono o el volumen.
Ideal para “camperizar”
Configurado para cinco plazas únicamente, las traseras son amplias, sobre todo en altura. Caben perfectamente tres adultos y los respaldos se pliegan con mucha facilidad, dejando un suelo plano que multiplica por cuatro los 520 litros disponibles en el maletero (hasta la altura de la bandeja).
Pero si se quiere sacar jugo al interior, además del uso cotidiano este Clase T se puede “camperizar” al máximo, y Mercedes tiene una amplia gama de accesorios para ello que van desde una mesa para las plazas traseras a cajoneras, cocina y armarios, además de cama doble. En España, la marca especializada Bivac ofrece por 2.800 un kit para este modelo con cama, nevera, cocina de gas y un pequeño lavabo.
Toda la oferta mecánica del Clase T es térmica sin ningún tipo de electrificación, al menos de momento (próximamente llegará la EQT eléctrica). La unidad probada es la opción diésel más potente, que cuenta con un motor de cuatro cilindros, 1,5 litros y 116 caballos de potencia. Aunque hay versión manual de seis marchas, nuestra unidad llevaba una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades.
Al volante hay mucha visibilidad y se percibe un confort elevado gracias al ajuste blando de la suspensión, ideal para largos viajes por carreteras abiertas y autovías. También tiene un correcto comportamiento en curva, pero es un coche alto que invita a conducir con suavidad.
El aislamiento acústico es elevado y desde dentro no molesta el ruido del motor, que por otra parte tiene una respuesta muy progresiva. No es un dechado de prestaciones (acelera de 0 a 100 km/h en más de 13 segundos), pero tampoco se necesita más y es un gran rodador a velocidades de crucero. El cambio automático funciona a la perfección, y si se desea se puede manejar de forma secuencial desde la palanca.
Una de las grandes virtudes de esta versión 180 d está en el consumo, que durante nuestra prueba ha sido de 5,9 litros de gasóleo a los 100 km de media –sin carga ni ocupantes, eso hay que apuntarlo–, no muy lejos de los 5,6 litros homologados. Vamos, que con este Clase T se pueden alcanzar fácilmente autonomías por encima de los 900 kilómetros.
La distinción tiene un precio… competitivo
Acceder a un Mercedes Clase T no es excesivamente costoso, ya que la versión 160 básica de gasolina con 102 CV está disponible por menos de 29.000 euros. El diésel 180 d de 116 CV con acabado básico y caja manual de seis marchas cuesta 31.343 euros, y la variante automática es 2.495 euros más cara (34.288 euros en total).
En el caso del Progressive con cambio automático que hemos sometido a test, el precio asciende a 37.243 euros, pero se sitúa por debajo de rivales como el Volkswagen Caddy Outdoor tope de gama con cambio automático, que se vende actualmente por 40.300 euros.
El acabado Progressive tiene un equipamiento muy destacable, pues entre otros elementos cuenta con faros LED High Performance, cristales traseros oscurecidos, sistema de acceso y arranque sin llave, volante de cuero, luz ambiental interior, sistema MBUX compatible con Android Auto y Apple CarPlay, paquete de seguridad (con asistente de frenado activo, control de ángulo muerto o detector de cambio de carril activo) y ayuda al aparcamiento, recursos importantes e impensables en este tipo de vehículo hace tan solo unos años.
FICHA TÉCNICA
Motor: diésel.
Potencia (kW/CV): 85/116.
Cambio: automático, de 7 velocidades.
Largo (mm): 4.498.
Ancho (mm): 1.859.
Alto (mm): 1.811.
Maletero (litros): 520.
Velocidad máxima (km/h): 175.
De 0 a 100 km/h (seg.): 13,6.
Consumo medio (l/100 km): 5,7.
Emisiones CO2 (gr/km): 149.
Precio (euros): desde 34.288.
Source: Coches