El 8 de junio de 1948 vio la luz el primer Porsche que se producía en serie bajo tal denominación de marca. Era el 356, y con él empezó la leyenda. Aquel modelo pionero se presentaba en un atractivo formato roadster (sin techo), pero ya estaban en proyecto también las variantes coupé y cien por cien descapotable.
Lo curioso de este modelo es que tenía algunos elementos en común con el popular Volkswagen Beetle (Escarabajo), que había sido construido por Ferdinand Porsche, pero en este caso tamizado por la visión y concepción deportiva que su hijo “Ferry” Porsche tenía en su mente.
El resultado, un vehículo tremendamente vistoso, elegante y por supuesto deportivo, aunque aquella primera unidad apenas llegaba a los 40 caballos. Eso sí, era capaz de alcanzar 135 km/h, que era bastante para un coche de producción de la época.
Pero eso es el pasado. El presente, 75 años después, vuelve a recuperar al 356 para mostrar el “prototipo de la nostalgia”, un 356 totalmente puesto al día que se ha bautizado con el nombre de Porsche Vision 357 y que presenta detalles que se podrían ver en modelos futuros de la marca.
Tomando como base la plataforma del actual 718 Cayman GT4 RS, lo que más llama la atención en un primer vistazo es la reinterpretación del diseño, con una silueta uniforme, un habitáculo estrecho y unos pasos de rueda sobredimensionados, como buen deportivo. Las llantas son de magnesio y tienen 20 pulgadas de diámetro.
La parte trasera también es fiel en cuanto a la forma al modelo original, pero si hay un rasgo tremendamente llamativo son los grupos ópticos “escondidos” tras la carrocería y cuya luz se hace visible mediante un patrón de puntos.
El color de la carrocería también hace un guiño al Porsche 356, en su caso combinando dos tonos de gris, “Hielo metalizado” en la parte superior y “Givola” para la inferior, además del número 75 como guiño al aniversario del modelo original que se cumple en este 2023. Tampoco tiene retrovisores exteriores, que se sustituyen por unas cámaras muy finas a cada lado.
Otros detalles característicos de este prototipo provienen de la competición, como el spoiler delantero, los estribos realizados con polímero reforzado con fibra natural, tomas de aire en las ventanillas laterales o la salida de escape en titanio.
Para impulsar este bólido se ha apostado, como en el 718 Cayman GT4 RS, por un motor bóxer atmosférico de seis cilindros con 500 caballos de potencia y cuatro litros de cubicaje. Está situado en posición central y permite utilizar carburante sintético, que tiene un impacto medioambiental mucho menor que el convencional.
Source: Coches