Aunque todavía no hay un plan detallado y, al parecer, el Gobierno va a retrasar la implementación de una tarificación por uso de las autovías, carreteras de alta capacidad hasta ahora y por el momento gratuitas, la amenaza de que estos peajes lleguen tarde o temprano sigue sobre la mesa. Un 68% de los españoles lo tiene claro: estaría dispuesto a cambiar su ruta optando por recorrer carreteras secundarias y, así, sortear los peajes.
Según un estudio realizado por Alphabet, compañía de renting de vehículos, un 91% de los encuestados está en contra de esta medida y un 28% afirma que, como consecuencia, habrá un desvío de tráfico hacia las carreteras secundarias. Hay, además, un 63% que considera que esta medida solo responde a fines recaudatorios.
Precisamente, el principal objetivo de introducir peajes en las autovías es recaudar fondos para cubrir el déficit de más de 9.000 millones de euros que acumulan las carreteras en España, lo que pone en peligro la seguridad de los usuarios y no solo la de las arcas públicas. Además, esta medida equipararía el funcionamiento de las vías de alta capacidad al que se aplica en otros países europeos, en los que ya se paga por este tipo de carreteras.
Aumento de los accidentes de tráfico
Esta decisión, tan contundente, de evitar a toda costa los peajes cambiando las autovías por carreteras nacionales tendría, sin embargo, una consecuencia peligrosa. Según han apuntado numerosas asociaciones y muestra también este informe, la siniestralidad aumentaría. Al desviarse el tráfico hacia las carreteras secundarias, más peligrosas y no preparadas para acoger un gran volumen de vehículos, crecerían los accidentes de tráfico. En el último año, aumentó en un 4% la cifra de fallecidos en las carreteras, la mayoría en vías secundarias.
De las 1.145 víctimas mortales en accidentes de tráfico, el 73% (883 personas) falleció en este tipo de carreteras. Si los datos de la encuesta se trasladan a la realidad, siete de cada diez españoles dejarían de circular por las autovías para evitar el pago, cuando esas vías ya tendrían suficientes fondos para poder circular en plenas condiciones de seguridad, y pasar así a carreteras más inseguras.
El Gobierno está ahora realizando los estudios previos internos para encontrar la mejor fórmula para recaudar los fondos suficientes para mantener la seguridad en la red de carreteras, evitar que los usuarios se desplacen a las carreteras secundarias y mejorar la seguridad, principalmente por medio de un pago por uso que no impacte significativamente en el bolsillo de los ciudadanos.
Source: Coches