De entre todas las multas que nos pueden en invierno, por un mal uso de luces o por no llevar los neumáticos en condiciones para enfrentarse a la carretera, existe una que puede llegar a costarnos hasta 1.000 euros del bolsillo y seis puntos en el carné de conducir. No es otra que conducir superando la tasa de alcohol permitida o habiendo consumido drogas.
Durante estas semanas previas a la Navidad, las cenas y comidas de empresa proliferan por doquier. Nos alegramos un poquito más de lo habitual, festejamos hasta con aquellos compañeros que tampoco nos caen muy bien y, obviamente, nos tomamos alguna que otra copa de más. En este momento, deberíamos ser conscientes de que la opción de coger nuestro vehículo para volver a casa queda totalmente descartada.
Las multas por dar positivo en un control de alcoholemia
Superar las tasas máximas permitidas por la DGT en un control de alcoholemia ya nos constará 500 euros y la pérdida de 4 puntos del carné, además de tener que dejar el vehículo estacionado. Si se dobla la tasa permitida, la sanción se duplica hasta los 1.000 euros y los puntos que se pierden son seis. Dar positivo en estupefacientes conlleva, automáticamente, esta sanción.
En el caso de llegar a superar los 0,60 mg/l o los 1,2 g/l, se estaría cometiendo un delito contra la seguridad vial con una pena de prisión asociada de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses y la privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.
Enfrentarse a las pruebas de alcoholemia, además, es obligatorio y negarse a ellas está castigado también con penas de prisión de entre 6 meses y 1 año y la privación de la posibilidad de conducir durante 1 a 4 años.
Los límites permitidos en un control de alcoholemia
El máximo de alcohol permitido cuando nos hacer una prueba con un etilómetro son 0,25 miligramos por litro en aire espirado. Esta cantidad se reduce a 0,15 miligramos en el caso de los conductores profesionales y de los noveles y, ahora, los menores de edad que en circulen en patinete o bicicleta tendrán que dar 0,0 si los agentes les obligan a hacer una prueba de alcoholemia.
Los límites si la prueba de alcohol se realiza en sangre (por querer contrastar el resultado del etilómetro o por tener una enfermedad que impida soplar) son de 0,3 gramos por litro de sangre en conductores profesionales o noveles y 0,5 gramos en el resto.
Source: Coches